"Gracias"

Grande ha sido mi gozo en el Señor de que al fin han reanudado ustedes su cuidado por mí. Claro, la disposición la tenían, pero les faltaba la oportunidad. No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a estar contento en cualquier situación. Sé vivir con limitaciones, y también sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, tanto para estar satisfecho como para tener hambre, lo mismo para tener abundancia que para sufrir necesidad; ¡todo lo puedo en Cristo que me fortalece! (Filipenses 4:10-13).Grande ha sido mi gozo en el Señor de que al fin han reanudado ustedes su cuidado por mí. Claro, la disposición la tenían, pero les faltaba la oportunidad. No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a estar contento en cualquier situación. Sé vivir con limitaciones, y también sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, tanto para estar satisfecho como para tener hambre, lo mismo para tener abundancia que para sufrir necesidad; ¡todo lo puedo en Cristo que me fortalece! (Filipenses 4:10-13).

Ayer celebramos el día de Acción de Gracias en Estados Unidos. Muchas personas dieron gracias por la cosecha de la tierra, por las bendiciones y cuidado de Dios. Pero la Biblia nos recuerda «que no sólo de pan vive el hombre, sino que vive de todo lo que sale de la boca del Señor» (Deuteronomio 8:3). ¿Qué tal si nos tomamos este momento para darle gracias a Dios por su Palabra viva?

Dios nos dice en su Palabra que él dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman (Romanos 8:28b), que nuestra naturaleza humana y pecaminosa es nuestro peor enemigo (Romanos 5:10) y que debemos disciplinar nuestro cuerpo para que prosperemos espiritualmente (1 Corintios 9:27). Dios, por medio de su Palabra y la obra de su Espíritu nos empodera para recibir toda clase de experiencias de la vida de modo que nos beneficien a nosotros y a otros. Y en medio de todo, junto con Pablo y los Filipenses, darle gracias.

Dios usa a su Iglesia, a ti y a mí para llevar al mundo su Palabra. Así que, somos enviados desde el Culto Divino, reforzados en nuestra fe por la bendición de nuestro bautismo y la Cena del Señor para ser agradecidos en toda circunstancia y para fortalecer a otros.

¡Alabamos a Dios porque él sostiene nuestras vidas en y a través de su Palabra!

ORACIÓN: Padre, perdona mi ingratitud. Cámbiame con el poder de tu santa Palabra. Amén.

Para reflexionar:

* ¿En qué ocasiones le has dado gracias a Dios por haberte sostenido con su Palabra?
* Toma unos minutos del día hoy y resalta en tu Biblia aquellos versículos que te han sostenido. Compártelos con alguien.

Diaconisa Noemí Guerra

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