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ALIMENTO DIARIO
…Aunque era Hijo, [Cristo] aprendió a obedecer mediante el sufrimiento; y una vez que alcanzó la perfección, llegó a ser el autor de la salvación eterna para todos los que le obedecen, y Dios lo declaró sumo sacerdote, según el orden de Melquisedec… (Hebreos 4:14-5:10).
Porque el mismo origen tienen el que santifica y los que son santificados. Por eso no se avergüenza de llamarlos hermanos cuando dice: «Anunciaré tu nombre a mis hermanos, Y en medio de la congregación te alabaré» … (Hebreos 2:11-18).
Luego Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo… (Mateo 4:1-11).
Los discípulos se acercaron a Jesús, y le preguntaron: «¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?» Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: «De cierto les digo, que si ustedes no cambian y se vuelven como niños, no entrarán en el reino de los cielos (Mateo 18:1-3).
No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para la salvación de todo aquel que cree: en primer lugar, para los judíos, y también para los que no lo son. Porque en el evangelio se revela la justicia de Dios, que de principio a fin es por medio de la fe, tal como está escrito: «El justo por la fe vivirá» (Romanos 1:16-17).
Yo, Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol y apartado para el evangelio de Dios, que él ya había prometido por medio de sus profetas en las santas Escrituras, les escribo acerca de su Hijo … Por medio de Jesucristo recibimos la gracia del apostolado, para que por su nombre llevemos a todas las naciones a obedecer a la fe. Entre esas naciones están también ustedes, llamados a ser de Jesucristo (Romanos 1:1-6).
Miércoles de Ceniza Cuidado con hacer sus obras de justicia sólo para que la gente los vea. Si lo hacen así, su Padre que está en los cielos no les dará ninguna recompensa (Mateo 6:1).
La serpiente era el animal más astuto de todos los que Dios el Señor había creado. Así que le dijo a la mujer: «¿Así que Dios les ha dicho a ustedes que no coman de ningún árbol del huerto?» La mujer le respondió a la serpiente: «Podemos comer del fruto de los árboles del huerto… Entonces la serpiente le dijo a la mujer: «No morirán. Dios bien sabe que el día que ustedes coman de él, se les abrirán los ojos, y serán como Dios, conocedores del bien y del mal.» La mujer vio que el árbol era bueno para comer, apetecible a los ojos, y codiciable para alcanzar la sabiduría. Tomó entonces uno de sus frutos, y lo comió; y le dio a su marido, que estaba con ella, y él también comió… Dios el Señor dijo entonces a la serpiente: «Por esto que has hecho, ¡maldita seas entre todas las bestias y entre todos los animales del campo! ¡Te arrastrarás sobre tu vientre, y polvo comerás todos los días de tu vida! Yo pondré enemistad entre la mujer y tú, y entre su descendencia y tu descendencia; ella te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el talón» (Génesis 3:1-2, 4-6, 14-15).
Pedro dijo entonces a Jesús: «Señor, ¡qué bueno es para nosotros estar aquí! Si quieres, podemos hacer tres cobertizos: uno para ti, otro para Moisés, y otro para Elías.» Todavía estaba hablando cuando una nube de luz los cubrió, y desde la nube se oyó una voz que decía: «Éste es mi Hijo amado, en quien me complazco. ¡Escúchenlo!» (Mateo 17:4-5).
»Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna (Juan 3:16).