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ALIMENTO DIARIO
Juan, que estaba en la cárcel, se enteró de los hechos de Cristo y envió a dos de sus discípulos para que le preguntaran: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro? Mateo 11.2-3
Hermanos, no se quejen unos de otros, para que no sean condenados. ¡Vean que el juez ya está a la puerta! Santiago 5.9
Pero ustedes, hermanos, tengan paciencia hasta la venida del Señor. Fíjense en el labrador, cómo espera el preciado fruto de la tierra. Santiago 5.7a
No pongan su confianza en los poderosos, ni en ningún mortal, porque no pueden salvar. Salmo 146.3
Y los redimidos del Señor volverán. Vendrán a Sión entre gritos de infinita alegría. Cada uno de ellos tendrá gozo y alegría, y desaparecerán el llanto y la tristeza. Isaías 35.10
El desierto y la soledad se alegrarán; el yermo se regocijará y florecerá como la rosa. Isaías 35.1
¿Quién les enseñó a huir de la ira venidera? Produzcan frutos dignos de arrepentimiento, y no crean que pueden decir: tenemos a Abrahán por padre. Mateo 3.7b-9a
Una voz clama en el desierto: preparen el camino del Señor; enderecen sus sendas. Mateo 3.3b
Recíbanse unos a otros, como también Cristo nos recibió. Romanos 15.7a
Las cosas que se escribieron antes, se escribieron para nuestra enseñanza, a fin de que tengamos esperanza. Romanos 15.4a