+1 800 972-5442 (en español)
+1 800 876-9880 (en inglés)
ALIMENTO DIARIO
Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen. Mateo 5:44Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen. Mateo 5:44
Queridos hermanos en Cristo:
La historia de la salvación en Jesucristo llega a todo el mundo. Para que los lectores de estas Devociones Diarias puedan ver el poder del Salvador a nivel mundial, hemos pedido a nuestras Oficinas Internacionales que escriban las devociones de los viernes. Oramos para que el Espíritu toque su corazón a través de ellas.
En Cristo,
Pastor Ken Klaus,
Orador The Lutheran Hour
Cristo Para Todas Las Naciones
No es fácil tolerar -y mucho menos amar- a quienes consideramos nuestros enemigos. Nuestra inclinación natural es dejar de lado a quienes de alguna forma nos han lastimado. Cuando alguien nos ofende, con facilidad devolvemos la ofensa con otra ofensa. Si por alguna razón no lo hacemos, guardamos resentimientos o incluso llegamos a odiar, como respuesta de nuestra naturaleza pecaminosa.
Sin embargo, eso no es lo que Jesús hizo. Él, que terminó yendo a la cruz por nuestros pecados y sufrió torturas en manos de sus captores, a las multitudes que lo siguieron les dio un mensaje totalmente diferente, un mensaje de amor. Cuando encuentres a un enemigo, ámalo. Cuando te odien, ama. Cuando se abusen de ti, sea verbal o físicamente, «ora por quienes te persiguen».
¿Es esto demasiado difícil? ¿Nos está pidiendo algo imposible?
Por más difícil que sea, tenemos el Espíritu Santo que nos da fuerza. Pedro sabía esto, pues había sido testigo ocular de los terribles sufrimientos de Jesús, y de cómo había reaccionado ante quienes lo habían maltratado y lastimado. Pedro dice: «Cuando proferían insultos contra él, no replicaba con insultos; cuando padecía, no amenazaba, sino que se entregaba a aquel que juzga con justicia» 1 Pedro 2:23.
La Palabra de Dios le dice al creyente que viva sin odiar. Al recibir esta oportunidad a través de nuestro Bautismo, podemos vivir guiados por una palabra mucho mejor: el amor. Por más que nuestro primer impulso sea no querer dejar que ninguna ofensa quede sin recibir castigo, y queramos ejercer nuestra propia justicia, hay una manera mejor: hacer como Cristo hizo.
ORACIÓN: Padre celestial, quita de nuestros corazones todo enojo y odio. Ayúdanos a vivir en amor y perdón. Amén.
Biografía del autor: Clovis V. Gedrat es pastor en Brasil, y colabora con la oficina de Cristo Para Todas Las Naciones en San Pablo.
Si desea más información sobre los Ministerios Internacionales, diríjase a «¿Dónde estamos?» en el menú, y seleccione el país que le interesa, o vaya a
CPTLN Internacional.