ALIMENTO DIARIO

  • "Escuchen"


  • noviembre 1, 2008
  • He colocado mi arco iris en las nubes, el cual servirá como señal de mi pacto con la tierra. Cuando yo cubra la tierra de nubes, y en ellas aparezca el arco iris, me acordaré del pacto que he establecido con ustedes y con todos los seres vivientes. Nunca más las aguas se convertirán en un diluvio para destruir a todos los mortales. Génesis 9:13-15He colocado mi arco iris en las nubes, el cual servirá como señal de mi pacto con la tierra. Cuando yo cubra la tierra de nubes, y en ellas aparezca el arco iris, me acordaré del pacto que he establecido con ustedes y con todos los seres vivientes. Nunca más las aguas se convertirán en un diluvio para destruir a todos los mortales. Génesis 9:13-15


  • Si usted es como yo, a veces le resultará difícil lograr que sus pensamientos o sentimientos sean escuchados en medio de tanto ruido. Son tantas las cosas que demandan nuestra atención, que muy pocas personas se toman el tiempo o tienen la capacidad de escuchar… aún aquéllas cosas que son realmente importantes.

    Una vez tuve la oportunidad de visitar a una señora que, contrario a la mayoría de la sociedad, había tenido una familia numerosa, compuesta por cuatro varones y tres niñas. Lo más interesante de esa familia era que todos esos niños escuchaban a su mamá. Me llamó tanto la atención, que tuve que preguntarle cómo hacía para lograrlo.

    Su respuesta fue muy simple: «Con tantos niños en la casa, hace tiempo descubrí que los gritos no sirven para nada, y que los susurros son mucho más efectivos».

    Cuando uno mira las noticias, en muchas ocasiones ve políticos, delincuentes, o grupos de protesta gritando para tratar de llamar la atención. Cuando uno lee el periódico puede ver los titulares de los más recientes escándalos. Aún los niños piensan que son más importantes cuando gritan.

    Si bien el Señor es capaz de tronar su poder, parece que lo que más hace es susurrarnos su amor. Un huracán, una plaga, o un terremoto pueden mostrarnos que él controla este mundo, pero la Escritura nos habla acerca de cómo comparte su amor a través de susurros.

    Miren al arco iris que puso en los cielos para recordarnos a Noé y a nosotros de su pacto.

    Escuchen, como escuchó Elías, la voz suave del Señor.

    Miren al pesebre de Belén, o deténganse en el silencio de la tumba abierta del domingo de resurrección. En todos esos lugares Dios susurró su amor… el amor que logró nuestra redención.

    Me pregunto qué pasaría si las personas dejaran de gritar por las cosas que quieren y escucharan lo que el Señor está tratando de decir… quizás muchas de las penas del mundo comenzarían a desaparecer.

    Valdría la pena probar, ¿no le parece?

    De una devoción escrita originalmente para «By the Way»

    ORACIÓN: Querido Señor, a veces el mundo y mi propia voz son tan fuertes, que no te escucho cuando me hablas. Envía tu Espíritu Santo para que pueda escuchar la maravillosa historia de tu amor que nos revela la Escritura y que hemos visto en el Salvador. En su nombre. Amén.