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ALIMENTO DIARIO
Tengo que volver a mi padre y decirle: "Papá, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no merezco que se me llame tu hijo; trátame como si fuera uno de tus jornaleros". Lucas 15:18-19Tengo que volver a mi padre y decirle: "Papá, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no merezco que se me llame tu hijo; trátame como si fuera uno de tus jornaleros". Lucas 15:18-19
Queridos hermanos en Cristo:
La historia de la salvación en Jesucristo llega a todo el mundo. Para que los lectores de estas Devociones Diarias puedan ver el poder del Salvador a nivel mundial, hemos pedido a nuestras Oficinas Internacionales que escriban las devociones de los viernes. Oramos para que el Espíritu toque su corazón a través de ellas.
En Cristo,
Pastor Ken Klaus,
Orador The Lutheran Hour
Cristo Para Todas Las Naciones
Una de las parábolas que Jesús contó fue acerca del hijo pródigo. Quizás pensemos que todo el mundo conoce la historia, pero en realidad muchas personas de otras tradiciones religiosas no tienen una imagen paternal de Dios.
Recientemente tuve la oportunidad de ver en acción el poder de esta historia. Como parte de mi trabajo en Cristo Para Todas Las Naciones en el Líbano, fui a visitar a Mahmoud. Después de haber escuchado el episodio titulado «El regreso del hijo pródigo», en nuestro programa radial «La misericordia de Dios», Mahmoud había contactado la oficina del Ministerio Luterano del Medio Oriente.
Mahmoud es un joven de origen musulmán, pero Dios intervino en su vida a través del programa nuestro, que lo encontró en la radio por casualidad. Mahmoud sabía que las buenas obras, el ayuno y la oración, no eran suficientes para compensar los pecados, y se preguntaba cómo era posible que Dios aceptara a una persona que había pecado contra Él.
Le expliqué que, a pesar de que el hijo pródigo sentía que ya no merecía ser llamado «hijo», cuando su padre lo vio, corrió hacia él y lo abrazó. Es que el padre lo amaba a pesar de todo. También le expliqué que Dios nos ama sin condiciones, y que siempre recibe al pecador que se vuelve a él.
Por fe, esa noche Mahmoud recibió el perdón de Dios a través del sacrificio de su hijo Jesús, y fue liberado de la esclavitud y de la culpa en que vivía, y convertido en hijo del Rey. Esa noche Mahmoud comprendió que Dios es un Padre bueno que perdona, que nos cuida, y que acepta a los pecadores que se arrepienten.
Mahmoud dijo: «Mi vida entera ha cambiado. Mi corazón, mis pensamientos, y mi mente están llenos de paz. Ahora soy un hijo de Dios.»
ORACIÓN: Padre celestial, ayúdanos a recordar las bendiciones que tenemos por tenerte como Padre, y a guiar a otros a tu gran amor y gracia. Amén.
Biografía del autor: Marc Rahme dedica su tiempo al Ministerio Luterano del Medio Oriente (CPTLN Líbano). La misión de dicha organización cristiana de comunicaciones es proclamar el Evangelio en árabe. En su trabajo como voluntario, Rahme distribuye materiales evangelísticos y se contacta con las personas que solicitan ayuda adicional.
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