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ALIMENTO DIARIO
Tampoco pongamos a prueba al Señor, como lo hicieron algunos y murieron víctimas de las serpientes. Ni murmuren contra Dios, como lo hicieron algunos y sucumbieron a manos del ángel destructor. Todo eso les sucedió para servir de ejemplo, y quedó escrito para advertencia nuestra. 1 Corintios 10:9-11ªTampoco pongamos a prueba al Señor, como lo hicieron algunos y murieron víctimas de las serpientes. Ni murmuren contra Dios, como lo hicieron algunos y sucumbieron a manos del ángel destructor. Todo eso les sucedió para servir de ejemplo, y quedó escrito para advertencia nuestra. 1 Corintios 10:9-11ª
Si alguna vez vio la película «Una historia de Navidad», se acordará de la escena en la que a un niño, por aceptar el reto de sus compañeros de clase de pasarle la lengua a una columna de metal cubierta de hielo, se le queda pegada la lengua.
Al mirar la película uno pensaba que nadie iba a ser tan tonto como para hacer algo así. Sin embargo, eso es exactamente lo que hizo un alumno de cuarto grado de una escuela en Hammond, Indiana, la semana pasada. Exactamente igual que en la película, el niño aceptó el reto de sus compañeros y, con el frío que hacía, la lengua se le quedó pegada a una columna.
Cuando llegó la ambulancia el niño ya había podido despegar la lengua, así que los paramédicos sólo le dijeron a la mamá cómo curarle la lengua… que seguía sangrando.
Este incidente no hace más que mostrarnos el cuidado que debemos tener cuando seguimos a alguien. Eso es lo que San Pablo le dijo a la iglesia en Corinto: «Tampoco pongamos a prueba al Señor, como lo hicieron algunos y murieron víctimas de las serpientes. Ni murmuren contra Dios, como lo hicieron algunos y sucumbieron a manos del ángel destructor.»
Me pregunto, si Pablo estuviera aquí hoy, ¿a quién nos diría que no imitemos? ¿A algunos países de Europa que han abandonado la fe… o a los millones de personas que no toman en serio a Dios… o a los que creen que pueden «comprar» el cielo haciendo buenas obras, o rezando ciertas oraciones, o dando mucho dinero?
Seamos cuidadosos cuando elijamos a quién seguir, y enseñémosles a nuestros hijos a que también lo sean.
ORACIÓN: Querido Señor Jesús, no sólo eres mi Salvador, sino que también eres el mejor ejemplo de cómo debo vivir la vida que me has dado. Ayúdame a ser obediente y servirte, sirviendo a quienes me rodean. En tu nombre. Amen.