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ALIMENTO DIARIO
Porque el Señor disciplina a los que ama, y azota a todo el que recibe como hijo. Hebreos 12:6Porque el Señor disciplina a los que ama, y azota a todo el que recibe como hijo. Hebreos 12:6
Cuando era niño, era común que a veces los padres corrigieran a sus hijos con un castigo físico. A veces usaban la cuchara de madera de la cocina, otras veces simplemente la mano.
Aún cuando yo no recibí muchos de esos castigos, siempre me parecieron crueles e inhumanos.
Ahora que soy adulto me doy cuenta que cada vez que eso pasaba, yo hacía justamente lo que no debía hacer hecho. Mi reacción normal era alejarme lo más posible de la cuchara de madera, pero en realidad me tendría que haber acercado lo más posible, porque cuanto más cerca, el golpe hubiera llegado con menos fuerza.
Este ejemplo lo uso para que usted entienda que Dios, al igual que un padre, nos disciplina. Y cuando lo hace, nosotros, como buenos seres humanos que somos, reaccionamos enojándonos y tomándole miedo, y tratamos de apartarnos de él lo más posible.
¿Qué pasaría si en vez de alejarnos nos acercáramos a él? Cuando nos acercamos a nuestro Padre celestial, el castigo ya no duele tanto. Después de todo, ¿qué padre no quiere que sus hijos estén cerca de él? Vale la pena pensarlo.
ORACIÓN:Querido Padre celestial, en los momentos de dolor y en los momentos de alegría, haz que siempre esté cerca de ti. En el nombre de Jesús. Amén.
De una devoción escrita originalmente para «By the Way»