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ALIMENTO DIARIO
[Jesús les dijo:] A los pobres siempre los tendrán entre ustedes, y cuando quieran podrán hacer por ellos algo bueno. Pero a mí no siempre me tendrán. Esta mujer ha hecho lo que pudo. Se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura. De cierto les digo que en cualquier parte del mundo donde este evangelio sea proclamado, también se contará lo que esta mujer ha hecho, y así será recordada» (Marcos 14:7-9).[Jesús les dijo:] A los pobres siempre los tendrán entre ustedes, y cuando quieran podrán hacer por ellos algo bueno. Pero a mí no siempre me tendrán. Esta mujer ha hecho lo que pudo. Se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura. De cierto les digo que en cualquier parte del mundo donde este evangelio sea proclamado, también se contará lo que esta mujer ha hecho, y así será recordada» (Marcos 14:7-9).
¿Quién se iba a imaginar que el perfume era para ungir el cuerpo de Jesús para su sepultura? Jesús todavía no estaba muerto y ya se estaba dejando ungir con un buen perfume. Quiero pensar que ese ungüento derramado en abundancia sobre la cabeza de Jesús era de lo mejor en perfumes. Cuando las mujeres fueron a la madrugada del domingo a la tumba cargando muchos kilos de hierbas aromáticas para ungir el cuerpo de Jesús él ya no estaba, o sea que esta mujer en Betania se adelantó a los acontecimientos, y sin saberlo preparó a Jesús para su muerte.
El razonamiento de los enojados en Betania parece lógico. ¡Cuántos pobres se podrían haber beneficiado con la venta de ese perfume! Pero Jesús tiene no solo a los pobres en mente, sino a todo el mundo. Jesús te tiene a ti en mente y en su corazón. Jesús sabe lo que está haciendo, y sabe de los resultados de su muerte, sepultura y resurrección. Lo que le sucederá en pocos días será para salvar a toda la humanidad, no solamente de la hambruna temporal, sino de la desolación eterna.
La sepultura de Jesús no iba a tener los olores desagradables propios de la muerte, sino un aroma más dulce y delicioso que el nardo, el aroma a vida, a perdón, a amor. En la tumba de Jesús había olor a limpio, porque Jesús estaba quitando la culpa de todos nuestros pecados.
Te alabo, Padre, porque la muerte y sepultura de Jesús cambió mi muerte a vida eterna. Amén.
Para reflexionar:
* Siguiendo el ejemplo de Jesús, ¿cuáles deben ser tus prioridades?
* ¿Cuáles crees que son las prioridades que Dios tiene para contigo?
Rev. Héctor Hoppe
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