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ALIMENTO DIARIO
[Dijo Ester:] «Si a Su Majestad le parece bien ... emita una orden por escrito que revoque las cartas que autorizan la destrucción de los judíos, ordenada por Amán. » El rey Asuero les respondió a la reina Ester y al judío Mardoqueo: «... Escriban a todos los judíos, a nombre mío lo que a ustedes les parezca bien, y sellen ese escrito con mi anillo. Como saben, un edicto que se escribe a nombre del rey, y que se sella con su anillo, no puede ser revocado.» Mardoqueo escribió el edicto a nombre del rey Asuero... Ese edicto facultaba a los judíos en todas las ciudades a reunirse y defenderse, y hasta destruir, matar y acabar con toda fuerza armada del pueblo o provincia que los atacara... y apoderarse de sus bienes... Cuando Mardoqueo salió de la presencia del rey, llevaba puesto un vestido real de azul y blanco, una gran corona de oro, y un manto de lino y púrpura. Al verlo, la ciudad de Susa se alegró y regocijó mucho, y a los judíos se les iluminó el rostro de alegría, gozo y honra (Ester 8:5, 7a-8, 10, 15,16).[Dijo Ester:] «Si a Su Majestad le parece bien ... emita una orden por escrito que revoque las cartas que autorizan la destrucción de los judíos, ordenada por Amán. » El rey Asuero les respondió a la reina Ester y al judío Mardoqueo: «... Escriban a todos los judíos, a nombre mío lo que a ustedes les parezca bien, y sellen ese escrito con mi anillo. Como saben, un edicto que se escribe a nombre del rey, y que se sella con su anillo, no puede ser revocado.» Mardoqueo escribió el edicto a nombre del rey Asuero... Ese edicto facultaba a los judíos en todas las ciudades a reunirse y defenderse, y hasta destruir, matar y acabar con toda fuerza armada del pueblo o provincia que los atacara... y apoderarse de sus bienes... Cuando Mardoqueo salió de la presencia del rey, llevaba puesto un vestido real de azul y blanco, una gran corona de oro, y un manto de lino y púrpura. Al verlo, la ciudad de Susa se alegró y regocijó mucho, y a los judíos se les iluminó el rostro de alegría, gozo y honra (Ester 8:5, 7a-8, 10, 15,16).
El edicto de Amán ya no se podía revocar. Pero sí se podía contrarrestar. Y Mardoqueo contrarrestó cada una de sus cláusulas. El decreto de Amán decía que los persas debían atacar a los judíos. El nuevo edicto les permitía a los judíos defenderse y contraatacar en defensa propia. Amán había ordenado el saqueo de los judíos, el nuevo edicto les daba el mismo permiso a los judíos. La diferencia estuvo en que ellos no saquearon.
Después del edicto de Amán, Mardoqueo se puso ropa de cilicio y ceniza. Con el nuevo edicto, Mardoqueo usaba ropas reales. Antes reinaba el desconcierto en la ciudad de Susa por el edicto en su contra. Con el nuevo edicto, la ciudad de Susa se alegró.
Jesús nos ha dado un nuevo edicto, uno que cambia la maldición del castigo eterno en la bendición de la vida eterna. ¡Aleluya!
Padre, gracias por vestirnos de Cristo, con vestido real de azul y blanco, una gran corona de oro, y un manto de lino y púrpura. Nos alegramos y regocijamos mucho porque tu nuevo edicto nos hace libres. Amén.
Para reflexionar:
* ¿Qué tal si hoy reclamas el nuevo edicto del Evangelio para tu vida en vez de desmayar ante el edicto anterior de la ley?
* Lee Efesios 6 y medita en la armadura que Dios te da en su nuevo decreto para que le hagas frente a las asechanzas del enemigo.
Diaconisa Noemí Guerra
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