+1 800 972-5442 (en español)
+1 800 876-9880 (en inglés)
ALIMENTO DIARIO
Así, pues, justificados por la fe tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo... Y no sólo esto, sino que también nos regocijamos en los sufrimientos, porque sabemos que los sufrimientos producen resistencia, la resistencia produce un carácter aprobado, y el carácter aprobado produce esperanza. Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado... Pero Dios muestra su amor por nosotros en que, cuando aún éramos pecadores, Cristo murió por nosotros... Y no sólo esto, sino que también nos regocijamos en Dios por nuestro Señor Jesucristo, por quien ahora hemos recibido la reconciliación (Romanos 5:1, 3-5, 8, 11).Así, pues, justificados por la fe tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo... Y no sólo esto, sino que también nos regocijamos en los sufrimientos, porque sabemos que los sufrimientos producen resistencia, la resistencia produce un carácter aprobado, y el carácter aprobado produce esperanza. Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado... Pero Dios muestra su amor por nosotros en que, cuando aún éramos pecadores, Cristo murió por nosotros... Y no sólo esto, sino que también nos regocijamos en Dios por nuestro Señor Jesucristo, por quien ahora hemos recibido la reconciliación (Romanos 5:1, 3-5, 8, 11).
Es totalmente normal que los seres humanos intentemos evitar el dolor y el sufrimiento. Queremos mantenernos alejados de las situaciones desagradables. Pero hay momentos en los que simplemente no podemos evitar el sufrimiento, aunque nos cueste aceptarlo.
Pero ¿sabes qué?, si observamos la historia de Cristo, su sufrimiento, muerte y resurrección, nos damos cuenta de que el sufrimiento no marca el final de la historia. Dios usa las dificultades y las aflicciones para nuestro bienestar y también para bendecir a los demás.
Dios es fiel a sus promesas. Él nunca nos abandona en medio del sufrimiento, sino que nos ayuda a superarlo. Dios tiene un plan y en medio de nuestras aflicciones podemos encontrar bendiciones inesperadas de su mano. Comenzando con la paz.
Señor, gracias porque en Cristo somos justificados por la fe y tenemos paz contigo. Ayúdanos a regocijarnos en los sufrimientos, porque sabemos que los sufrimientos producen resistencia, la resistencia produce un carácter aprobado, y el carácter aprobado produce esperanza. Gracias porque tu esperanza no nos defrauda, porque tú has derramado tu amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos has dado. Gracias porque tú muestras tu amor por nosotros en que, cuando aún éramos pecadores, Cristo murió por nosotros. También nos regocijamos en ti por nuestro Señor Jesucristo, por quien ahora hemos recibido la reconciliación. Amén.
Para reflexionar:
* Medita en los momentos difíciles de tu vida en los que Dios te dio alguna bendición inesperada.
* ¿Dónde estarías hoy si no hubieras sufrido absolutamente nada en este mundo?
Diaconisa Noemí Guerra
© Copyright 2023 Cristo Para Todas Las Naciones