+1 800 972-5442 (en español)
+1 800 876-9880 (en inglés)
ALIMENTO DIARIO
Rut se inclinó hasta el suelo en señal de respeto, y le preguntó: «¿Cómo es qué me tratas con tanta bondad e interés, si yo soy una extranjera?» ... «Señor mío, espero ser digna de tu bondad. Tus palabras me infunden consuelo, pues me hablas con el corazón, aun cuando no puedo compararme a una sola de tus criadas.» ... Y Rut se quedó espigando con las criadas de Booz, hasta que terminaron de segar el trigo y la cebada. Mientras tanto, siguió viviendo con su suegra (Rut 2:10, 13, 23).Rut se inclinó hasta el suelo en señal de respeto, y le preguntó: «¿Cómo es qué me tratas con tanta bondad e interés, si yo soy una extranjera?» ... «Señor mío, espero ser digna de tu bondad. Tus palabras me infunden consuelo, pues me hablas con el corazón, aun cuando no puedo compararme a una sola de tus criadas.» ... Y Rut se quedó espigando con las criadas de Booz, hasta que terminaron de segar el trigo y la cebada. Mientras tanto, siguió viviendo con su suegra (Rut 2:10, 13, 23).
La escritora de esta devoción dice: Yo no tengo muy buen sentido de orientación. Ya les he contado que fácilmente me pierdo manejando. Por eso siempre antes de salir a cualquier lugar donde no conozca cómo llegar (que son la mayoría), pongo la dirección en el GPS y la sigo al pie de la letra. Mi esposo, en cambio, es todo lo contrario. El GPS le dice algo y él muchas veces lo ignora porque conoce una forma mejor de llegar, tiene un plan mejor.
Así es Dios con nosotros. La vida puede decirnos lo que quiera, pero Él conoce un camino mejor y quiere llevarnos por allí. Y es que Dios es un padre amoroso y protector. Lucas 12:24 lo dice así: «Fíjense en los cuervos: no siembran, ni siegan; no tienen almacenes ni bodegas, y no obstante Dios los alimenta. ¿Acaso no valen ustedes mucho más que las aves?»
En el pasaje para hoy, Rut y su suegra Noemí llegaron a Belén después de quedar ambas viudas en Moab. Rut decide recoger espigas en los campos durante la cosecha para tener alimento para ella y Noemí y, por la providencia divina, termina trabajando en los campos de Booz, quien resulta ser un pariente cercano de Noemí.
En nuestros tiempos de oscuridad y sufrimiento, cuando nos sentimos perdidos, puede ser tentador dudar del corazón paternal de Dios y de su plan perfecto para nosotros. Sin embargo, Romanos 8:28 nos recuerda: «… sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman, es decir, de los que él ha llamado de acuerdo a su propósito».
Dios tiene un plan para ti y para mí como lo tuvo para Rut y Noemí. Y su plan es para nuestro bien, y no para nuestro mal, para que tengamos un futuro lleno de esperanza.
Amado Jesús, confesamos que no siempre vemos tu cuidado amoroso ni confiamos en tu plan perfecto. Gracias porque eres el instrumento en las manos de Dios para cumplir todas sus promesas para nuestras vidas. Ayúdanos con tu Espíritu a confiar siempre en ti. Amén.
Para reflexionar:
* ¿En qué circunstancia te ha sorprendido el cuidado y la bondad de Dios?
* ¿Cómo puedes aplicar la actitud de respeto y confianza en Dios de Rut a tu vida, reconociendo Su amor y buscando vivir siguiendo Su plan?
Diaconisa Noemí Guerra
© Copyright 2024 Cristo Para Todas Las Naciones