ALIMENTO DIARIO

  • "La sencillez de los niños"


  • abril 30, 2024
  • Entonces le llevaron unos niños, para que pusiera las manos sobre ellos y orara, pero los discípulos los reprendieron. Entonces Jesús dijo: «Dejen que los niños se acerquen a mí. No se lo impidan, porque el reino de los cielos es de los que son como ellos.» Y luego de poner las manos sobre ellos, se fue de allí (Mateo 19:13-15).Entonces le llevaron unos niños, para que pusiera las manos sobre ellos y orara, pero los discípulos los reprendieron. Entonces Jesús dijo: «Dejen que los niños se acerquen a mí. No se lo impidan, porque el reino de los cielos es de los que son como ellos.» Y luego de poner las manos sobre ellos, se fue de allí (Mateo 19:13-15).


  • Dado que en varios países se celebra hoy el Día del niño, no puedo dejar de reflexionar sobre la profunda conexión que Jesús tenía con los pequeños. En su gesto de abrazarlos y asegurarles un lugar especial en su reino, veo un recordatorio poderoso de su amor incondicional. Me imagino a esos niños corriendo hacia Jesús con risas y ojos llenos de asombro. En su sencillez infantil, encontraron aceptación y amor en el corazón de su Salvador.

    Vivimos en un mundo donde, por diversas razones, algunos niños no reciben el amor y cuidado que merecen. Las realidades de la vida a veces conspiran contra ellos, ya sea por situaciones inevitables o por decisiones egoístas que afectan su crianza. Pero la verdad es que, gracias al amor especial que Jesús tiene por los niños, ellos no solo son bienvenidos en su reino, sino que ocupan un lugar especial, un lugar de honor. Y Jesús no solo los acogió en su regazo mientras estaba físicamente en la tierra, sino que también llevó sobre sí mismo el peso de sus pecados y preocupaciones en la cruz.

    Hoy, mientras celebramos a los niños, permitamos que Dios nos transforme y nos haga como ellos. Que nos dé una sencillez infantil, una humildad que nos permita no solo amar a los pequeños como a nosotros mismos, sino también agradar a Dios mediante nuestra humildad.

    Y es que cada niño es un recordatorio tangible de la capacidad que Dios nos dio de amar y ser amados al hacernos renacer en nuestro Bautismo. Que podamos esforzarnos por reflejar el amor de Cristo en nuestras acciones diarias, mostrando compasión y cuidado a los pequeños que nos rodean. Que este amor transformador no solo sea motivo de reflexión personal, sino también que invitemos a otros para que se unan a nosotros en este hermoso llamado a amar como Jesús nos amó.

    Padre celestial, te pedimos que infundas en nuestros corazones la sencillez infantil. Concédenos que en cada paso que demos, en cada palabra que pronunciemos, reflejemos la humildad que agrada a tu corazón y que, al mirarnos, otros puedan ver la luz de tu amor brillando a través de nosotros. Amén.

    Para reflexionar:
    * ¿En qué momentos podrías dejar de lado la complejidad y abrazar una fe más simple y confiada?
    * ¿Cómo puedes cultivar en tu vida esa sencillez infantil que Jesús valora tanto?

    Diaconisa Noemí Guerra


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