ALIMENTO DIARIO

  • "Señor, tú sabes"


  • junio 25, 2009
  • SEÑOR, tú me examinas, tú me conoces. Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto; aun a la distancia me lees el pensamiento. Mis trajines y descansos los conoces; todos mis caminos te son familiares. No me llega aún la palabra a la lengua cuando tú, SEÑOR, ya la sabes toda. Tu protección me envuelve por completo; me cubres con la palma de tu mano.. Salmo 139:1-5SEÑOR, tú me examinas, tú me conoces. Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto; aun a la distancia me lees el pensamiento. Mis trajines y descansos los conoces; todos mis caminos te son familiares. No me llega aún la palabra a la lengua cuando tú, SEÑOR, ya la sabes toda. Tu protección me envuelve por completo; me cubres con la palma de tu mano.. Salmo 139:1-5


  • Quizá sea un poco tacaño, pero pienso que 300 dólares es mucho dinero para gastar en un par de zapatos. Sin embargo, podría estar tentado a desembolsar ese dinero en efectivo por unos zapatos especiales que han sido desarrollados y están siendo probados por la Corporación GTX y la Compañía de Calzados Aetrex.

    Déjeme contarle de qué se trata. La enfermedad de Alzheimer es el por qué estos zapatos valen lo que valen. Quienes padecen de Alzheimer tienden a perderse y no encontrar la manera de regresar a sus hogares, lo cual no sólo es causa de preocupación para la familia y amigos, sino también peligroso para la persona enferma.

    Es aquí donde los zapatos adquieren valor, ya que están equipados con un pequeño chip de GPS que permite ubicar en forma instantánea a la persona que los lleva puestos. En situaciones más extremas, permite saber en qué lugar está el paciente y monitorearlo constantemente. Además, por un recargo mensual, la compañía puede notificar a las personas que cuidan de estos pacientes cuando estos se han alejado del área de «seguridad» designada.

    Indudablemente la tecnología es grandiosa, pero Dios es más grandioso aún. Lo único que conseguimos es copiar pequeñas cosas que Dios siempre ha hecho con nosotros. ¿Recuerda lo que dijo el Salmista? Dios sabe cuándo nos levantamos y cuándo nos sentamos. Él conoce nuestros caminos. Él está enfrente de nosotros y detrás de nosotros. Su mano nos guía y nos preserva.

    ¿Cuánto nos cuesta esta protección? Que Dios esté velando por nosotros todos y cada uno de nuestros días es gratis para nosotros, pero fue muy costoso para Cristo. Jesús sacrificó su vida en la cruz para que nosotros pudiéramos ser perdonados y recibidos como miembros en la familia de fe. Esas son las buenas noticias de Dios que le dan paz a nuestras mentes, corazones y almas.

    LA ORACIÓN: Querido Padre celestial, te doy gracias por amarme tanto como para enviar a tu Hijo a salvarme, perdonarme y hacerme parte de la familia de fe. Te pido que sigas velando por mi camino. En el nombre de Jesús. Amén.