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ALIMENTO DIARIO
Sé lo que es vivir en la pobreza, y lo que es vivir en la abundancia. He aprendido a vivir en todas y cada una de las circunstancias, tanto a quedar saciado como a pasar hambre, a tener de sobra como a sufrir escasez. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.. Filipenses 4:12-13Sé lo que es vivir en la pobreza, y lo que es vivir en la abundancia. He aprendido a vivir en todas y cada una de las circunstancias, tanto a quedar saciado como a pasar hambre, a tener de sobra como a sufrir escasez. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.. Filipenses 4:12-13
Si el Señor lo ha bendecido con buena salud, espero que se haya tomado el tiempo para darle gracias.
Por otro lado, si usted o un ser amado ha estado batallando una enfermedad, quiero que preste atención a esta historia. La mayoría de nosotros recordamos al escritor Robert Louis Stevenson. Lo que la mayoría pueda que no sepa, es que Stevenson sufrió de tuberculosis la mayor parte de su vida.
Un día, al escucharlo toser insistentemente, y a fin de probar su resistencia espiritual, su esposa le preguntó: «¿Aún crees que este es un maravilloso día?» Setevenson, mirando hacia el montón de medicamentos que yacían justo frente al dintel de la ventana del dormitorio por donde el sol entraba radiante, respondió: «¡Sí, nunca dejaré que un montón de medicamentos me impida ver el horizonte!»
Al igual que el apóstol Pablo, Stevenson había aprendido a estar contento en cualquier situación que se encontrara.
Esa es una buena idea para todo el pueblo de Dios. Piense un momento: ¿será posible que la montaña de medicamentos le esté impidiendo ver las bendiciones de Dios? ¿o quizás son los problemas financieros, o laborales, o familiares, los que se interponen entre usted y la alegría que proviene de Jesús?
Ciertamente son muchas las cosas en la vida que pueden cubrir con sombras la relación de Dios con su pueblo. Pero cuando eso ocurre, es cuando más necesitamos no perder de vista lo que hay más allá, pues Dios está allí.
Necesitamos ver el rostro del Salvador, sus manos desgarradas, su costado lacerado. Necesitamos ver al Redentor resucitado abrazándonos y levantándonos alto, para que así podamos ver más allá de los frascos de medicina, donde encontramos la gran misericordia y amor de Dios.
ORACIÓN: Amado Padre celestial, ayúdame a apreciar todas las formas en que nos envías tus bendiciones. Y cuando algo esté bloqueando mi relación contigo, envíame tu Espíritu Santo para que pueda ver y concentrarme en tu presencia. En nombre de Jesús te lo pido. Amén
De una devoción escrita originalmente para «By the Way»