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ALIMENTO DIARIO
En el camino, Jesús les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?» Ellos respondieron: «Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, que Elías; y otros más, que alguno de los profetas.» Entonces él les preguntó: «Y ustedes, ¿quién dicen que soy?» Pedro le respondió: «Tú eres el Cristo» (Marcos 8:27b-29).
Esta lectura me apasiona. ¿Quién es Jesús? ¡¿Por dónde comenzar?! ¡Jesús es mi todo! ¡Él es mi Dios y mi Señor; él es mi Creador y mi Redentor!
El Segundo Artículo del Credo dice: «[creo] en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra del Espíritu Santo, nació de la virgen María…». En otras palabras, significa que Jesucristo, verdadero Dios engendrado del Padre en la eternidad, y también verdadero hombre nacido de la virgen María, es nuestro Señor.
Aquí declaramos que él es el Hijo eterno de Dios que entró en la historia humana como uno de nosotros para reconciliarnos con nuestro Creador. Nació de la virgen María, vivió entre nosotros, compartió nuestras alegrías y dolores, y experimentó nuestras tentaciones. Pero a diferencia de nosotros, él lo hizo sin pecado.
Jesús fue concebido por el Espíritu Santo. Su nacimiento fue un acto divino, una señal del amor inmenso de Dios por la humanidad, por lo que Jesús es verdadero Dios y verdadero hombre. En él, la divinidad y la humanidad se encuentran de una manera única y perfecta. Él es el puente que une lo terrenal con lo celestial, lo finito con lo infinito.
Entonces, ¿qué significa confesar que Jesús es nuestro Señor? Significa reconocer su autoridad sobre nuestras vidas, su soberanía sobre el universo entero. Significa seguir sus enseñanzas, imitar su amor y proclamar su evangelio en un mundo sediento de esperanza y redención.
Confesemos hoy con Pedro: «Tú eres el Cristo».
Padre nuestro, gracias por el regalo incomparable de tu Hijo, Jesucristo, quien, siendo verdadero Dios y verdadero hombre, nos redimió con su sacrificio. Que vivamos conforme a tu voluntad y proclamemos tu amor en nuestras acciones diarias. Amén.
Para reflexionar:
* ¿Cómo afecta tu vida diaria el saber que Jesús es tu Señor y Redentor?
* ¿De qué manera puedes reflejar la autoridad de Jesús en tu vida y proclamar su mensaje de esperanza en un mundo necesitado?
Diaconisa Noemí Guerra
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