"Generosidad al estilo Jesús"

Pero ¿cómo puede habitar el amor de Dios en aquel que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano pasar necesidad, y le cierra su corazón? Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad (1 Juan 3:17-18).

Hace unos días les conté sobre una iglesia que nos donó útiles escolares para nuestros hijos cuando no teníamos trabajo. Han pasado muchos años y esa iglesia aún sigue ayudando a su comunidad. Ahora, somos parte de los que donan para ayudar a aquellos que no pueden pagar los útiles escolares de sus hijos. Y es que Dios nos bendice para que seamos de bendición. Esa es la generosidad al estilo Jesús.

La lectura de hoy nos desafía a vivir un amor que se manifiesta en acciones, no solo en palabras. Y este amor activo tiene su origen en Jesús. La cuarta petición del Padrenuestro, «El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy», nos recuerda que es Dios quien nos provee diariamente. Cristo es nuestra verdadera provisión. Él satisface nuestras necesidades más profundas. Y también nos capacita para seguir su ejemplo.

Tú y yo podemos ser generosos al estilo Jesús. Podemos ser voluntarios, escuchar con atención a quienes lo necesiten, o compartir nuestras habilidades dando clases gratis. Preparar comidas caseras para quienes están pasando dificultades, donar ropa o artículos usados, o ayudar con el cuidado de niños y mascotas también son formas de ser generosos. Además, ofrecer ayuda en tareas domésticas, escribir cartas de aliento y hacer recados para personas que lo requieran también son gestos valiosos.

Y es que Jesús no solo nos enseñó sobre el amor; Él lo vivió de manera perfecta. Su sacrificio es el mayor acto de generosidad y amor, el cual nos inspira y capacita para vivir de manera generosa también. Cada acto de bondad y cada don que ofrecemos son una manifestación de su amor. Al vivir en generosidad al estilo Jesús y atender a los necesitados, celebramos y exaltamos la obra redentora de Cristo para nosotros.

Padre nuestro, permite que no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Para reflexionar:
* ¿Qué cosas concretas puedes hacer para ayudar a otros y seguir el ejemplo de Jesús, incluso si no tienes dinero para dar?
* ¿Cómo puedes mostrar el amor de Cristo en tus acciones y decisiones, asegurándote de que tu generosidad sea una verdadera respuesta a todo lo que Él ha hecho por ti?

Diaconisa Noemí Guerra

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