ALIMENTO DIARIO

  • "Dios ve y le importa"


  • enero 23, 2010
  • Si tú, SEÑOR, tomaras en cuenta los pecados, ¿quién, SEÑOR, sería declarado inocente? Salmos 130:3Si tú, SEÑOR, tomaras en cuenta los pecados, ¿quién, SEÑOR, sería declarado inocente? Salmos 130:3


  • Tengo unos amigos que, debido a un ascenso, tuvieron que vender su casa y mudarse a otra ciudad. El tener que dejar su congregación, su vecindario, sus amigos y su hogar, hizo la mudanza penosa.

    Sorprendentemente, una de las cosas que más les molestaba era cuando el agente inmobiliario los llamaba y les decía: «En media hora iré con un interesado en la casa. Por favor acomódenla un poco, y salgan.»

    Ambos esposos me dijeron que no les agradaba la idea de que alguien estuviera merodeando en su cocina y metiendo las manos en los cajones y alacenas. Y no es que tuvieran algo malo que ocultar, ni que estuvieran avergonzados de la limpieza de su casa. Era el hecho de que había algunas cosas que simplemente preferirían que otras personas no vieran.

    Yo entiendo perfectamente el sentimiento, y seguro que usted también.

    Todos tenemos cosas que preferiríamos mantener ocultas sin que otras personas se enteren. Justamente así como no queremos a nadie fisgoneando en nuestros armarios y cajones, tampoco queremos a nadie metido en nuestros asuntos personales.

    Tenemos mucho que ocultar; demasiadas cosas que hemos hecho y de las cuales no estamos orgullosos.

    ¿Ha pensado alguna vez que el Señor ve todas y cada una de esas cosas que hemos hecho? Él sabe cada uno de nuestros pensamientos y de nuestras acciones. Y lo sorprendente es que, a pesar de ello, nos ama.

    Dios nos amó lo suficiente como para enviar a su Hijo a ser uno de nosotros, a cumplir la ley por nosotros, a resistir la tentación por nosotros, y a morir y resucitar por nosotros.

    Es un atributo increíble de gracia de un Dios misericordioso.

    ORACIÓN: Amado Padre celestial, te pido perdón por todos mis pecados que son un insulto y una afrenta a ti. Te doy gracias por tu Hijo, y por el perdón que él ha ganado en la cruz para mí. En nombre de Jesús. Amén.

    De una devoción escrita originalmente para «By the Way»