ALIMENTO DIARIO

  • "Quizás sí o quizás no"


  • abril 14, 2010
  • Porque el amor al dinero es la raíz de toda clase de males. Por codiciarlo, algunos se han desviado de la fe y se han causado muchísimos sinsabores. 1 Timoteo 6:10Porque el amor al dinero es la raíz de toda clase de males. Por codiciarlo, algunos se han desviado de la fe y se han causado muchísimos sinsabores. 1 Timoteo 6:10


  • Gregory Perelman de St. Petersburg, Rusia, es una persona inusual. Le cuento por qué:

    • Tiene 43 años, es soltero, desempleado, y vive con su madre anciana.
    • Es un genio en matemáticas.
    • Por ser un genio en matemáticas, ganó el premio Millennium de $1.000.000 otorgado por el Instituto de Matemáticas Clay de Cambridge, Massachusetts.
    • No está seguro de querer ese dinero porque teme convertirse en un espectáculo… como un «animal en un zoológico.»

    Gregory es inusual porque posee valores diferentes a los de la mayoría de nosotros.

    Espero que usted conozca a una persona que posee valores diferentes a los del resto de la humanidad. Sabe a qué me refiero. Sabe que estoy hablando del Salvador. Considere lo que Jesús hizo para que usted pueda ser salvo:

    • Jesús dejó la gloria del cielo para andar por un mundo polvoriento y sucio.
    • Aun cuando él posee todo lo que existe, aceptó nacer en un establo inmundo.
    • Realizó su ministerio en absoluta pobreza para que todo el que crea sea rico espiritualmente.
    • Sacrificó su vida inocente vida para que nuestras vidas culpables sean transformadas y podamos recibir el cielo.

    Sin lugar a dudas, Jesús tenía valores diferentes, y por ello le doy gracias a Dios.

    La vida, sufrimiento, sacrificio, muerte y resurrección del Salvador, han resuelto nuestro problema más grande: cómo reconciliar con Dios una humanidad pecadora.

    Su obra nunca ganó un millón de dólares… pero sin lugar a dudas le debemos nuestra gratitud eterna.

    ORACIÓN: Señor Jesús, te doy gracias porque tú has hecho lo que yo no podía hacer. Por tu vida desinteresada, tu muerte inocente, y tu gloriosa resurrección, te doy mi agradecimiento eterno. Amén.