ALIMENTO DIARIO

  • "Resistir la tentación"


  • julio 2, 2010
  • (Jesús dijo) "Vigilen y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil." Marcos 14:38(Jesús dijo) "Vigilen y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil." Marcos 14:38


  • Queridos hermanos en Cristo:

    La historia de la salvación en Jesucristo llega a todo el mundo. Para que los lectores de estas Devociones Diarias puedan ver el poder del Salvador a nivel mundial, hemos pedido a nuestras Oficinas Internacionales que escriban las devociones de los viernes. Oramos para que el Espíritu toque su corazón a través de ellas.

    En Cristo,

    Pastor Ken Klaus,
    Orador The Lutheran Hour
    Cristo Para Todas Las Naciones

    Enfrentando el horroroso peso de su arresto, interrogatorio, y el cruel camino hacia el Gólgota, Jesús dijo las palabras arriba mencionadas. Esta advertencia de Jesús dicha a sus discípulos en el Jardín del Getsemaní hace unos dos mil años, se repite a través de los años a cada creyente que ha enfrentado la tentación.

    En profundo padecimiento y pena, perturbado y ansioso, Jesús les dijo a sus discípulos cómo resistir cuando nuestra naturaleza pecaminosa, o las circunstancias, nos inducen a actuar mal: «Vigilen y oren». En otras palabras, la única forma en que podemos resistir la tentación, es pidiendo la ayuda de Dios.

    La ayuda de Dios está disponible porque Jesucristo, su Hijo, no cedió a la tentación. Él vivió una vida de perfecta obediencia, murió una muerte de perfecto sacrificio, y volvió a la vida, convirtiéndose así en un perfecto Salvador.

    ¿Cómo puede usted resistir la tentación? La respuesta simple es vigilar y orar en el nombre de Jesucristo. Si Jesucristo es su Señor y Salvador, él le va a ayudar a resistir la tentación, y también le va a perdonar cuando falle en resistir.

    Porque cuando nuestra resistencia falla, su misericordia permanece firme.

    ORACIÓN: Padre celestial, nuestra oración es simple: ayúdanos a estar alerta y orar. Nuestro espíritu está dispuesto, pero nuestra carne es débil. Gracias por la victoria que nos has dado a través del perfecto sacrificio de tu Hijo, nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Amén.

    Biografía del autor:Esta devoción fue escrita por un voluntario de Cristo Para Todas Las Naciones en Tailandia.

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