ALIMENTO DIARIO

  • "¡ERES LIBRE!"


  • abril 7, 2008
  • 1 Pedro 3:18-221 Pedro 3:18-22


  • La victoria de Jesús ata a Satanás y nos libera para vivir con Dios.

    «Creo… en Jesucristo… que fue… crucificado, muerto, y sepultado. Descendió a los infiernos. El tercer día resucitó de los muertos.» Estas palabras del Credo Apostólico nos dicen que Jesús dejó la tumba en algún momento después del atardecer del viernes, y descendió al infierno, el lugar donde están los muertos que están separados de Dios.

    Él fue llevado a la muerte de una manera (en su estado de humillación), y fue levantado a la vida de otra manera por el Espíritu (en su estado de exaltación). Fue en este estado de vida que proclamó su gran victoria sobre la muerte y todas las fuerzas diabólicas a los espíritus encarcelados (en el infierno). No les estaba ofreciendo una segunda oportunidad, sino anunciando la victoria de Dios y el cumplimiento de la promesa de Génesis 3:15. La poderosa Palabra de Dios ató a Satanás, el jefe de la prisión.

    Piensa en los momentos de tu vida en los que has sido débil ante la tentación, víctima del pecado, amenazado con la muerte, acusado de no ser amado por Dios. Sobre todas esas cosas tienes poder, porque Jesús descendió al infierno para darte victoria y
    liberarte. Cuando te sientas amenazado, busca fuerzas en Jesús.
    Fija tu mente en él, y su Espíritu te dará libertad y nueva vida. Adórale haciendo su misión de liberar a los cautivos del pecado y la muerte, con el poder de su Palabra.

    ORACIÓN: Señor Jesús, ayúdame a buscar en ti lo que necesito para reparar mi vida y llenarla con nuevas fuerzas para agradecerte y alabarte, servirte y obedecerte. Amén.