+1 800 972-5442 (en español)
+1 800 876-9880 (en inglés)
ALIMENTO DIARIO
Vengan, síganme -les dijo Jesús-, y los haré pescadores de hombres.»Al instante dejaron las redes y lo siguieron. Mateo 4:19-20
El banquete de bodas está preparado, pero los que invité no merecían venir. Vayan al cruce de los caminos e inviten al banquete a todos los que encuentren.» Así que los siervos salieron a los caminos y reunieron a todos los que pudieron encontrar, buenos y malos, y se llenó de invitados el salón de bodas. Mateo 22:8b-10
¡Aleluya! ¡Alabado sea el SEÑOR! Alábenlo con sonido de trompeta, alábenlo con el arpa y la lira. Alábenlo con panderos y danzas, alábenlo con cuerdas y flautas. Alábenlo con címbalos sonoros, alábenlo con címbalos resonantes. ¡Que todo lo que respira alabe al SEÑOR! ¡Aleluya! ¡Alabado sea el SEÑOR! Salmos 150:1,3-6
Por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo, y por medio del pecado entró la muerte; fue así como la muerte pasó a toda la humanidad, porque todos pecaron. Romanos 5:12
Sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo. Efesios 4:32
En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad. Esta luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no han podido extinguirla. Juan 1:4-5
Porque si perdonan a otros sus ofensas, también los perdonará a ustedes su Padre celestial. Pero si no perdonan a otros sus ofensas, tampoco su Padre les perdonará a ustedes las suyas. Mateo 6:14-15
SEÑOR, tú me examinas, tú me conoces. Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto; aun a la distancia me lees el pensamiento. Mis trajines y descansos los conoces; todos mis caminos te son familiares. No me llega aún la palabra a la lengua cuando tú, SEÑOR, ya la sabes toda. Tu protección me envuelve por completo; me cubres con la palma de tu mano.. Salmo 139:1-5
Cristo nos libertó para que vivamos en libertad. Por lo tanto, manténganse firmes y no se sometan nuevamente al yugo de esclavitud. Gálatas 5:1
Un día estaba Jesús orando en cierto lugar. Cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos:
-Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos. Él les dijo: -Cuando oren, digan: «Padre, santificado sea tu nombre…» Lucas 11:1-2a