ALIMENTO DIARIO

  • "¿A qué le tienes miedo?"


  • marzo 24, 2024
  • Así como los hijos eran de carne y hueso, también él era de carne y hueso, para que por medio de la muerte destruyera al que tenía el dominio sobre la muerte, es decir, al diablo, y de esa manera librara a todos los que, por temor a la muerte, toda su vida habían estado sometidos a esclavitud (Hebreros 2:14-15).Así como los hijos eran de carne y hueso, también él era de carne y hueso, para que por medio de la muerte destruyera al que tenía el dominio sobre la muerte, es decir, al diablo, y de esa manera librara a todos los que, por temor a la muerte, toda su vida habían estado sometidos a esclavitud (Hebreros 2:14-15).


  • Hay un milagro en la Biblia que muestra a Jesús caminando sobre el agua en un mar profundo. Ese milagro aparentemente no le afectó la vida a nadie, pero nos muestra el poder de Jesús sobre aquello que tanto nos atrae y que nos hunde hasta ahogarnos.

    Jesús caminó sobre el agua porque venció la fuerza de la gravedad, esa fuerza natural que nos atrae tanto que mantiene nuestra vida pegada a la tierra. Es tan poderosa esa fuerza ¡que hasta nos cuesta levantarnos del suelo! Los miedos y el pecado son tan fuertes como la gravedad de la tierra. No hay forma de escapar del miedo ni del pecado, a menos que haya una fuerza sobrenatural. El miedo nos paraliza y el pecado nos atrae y nos esclaviza.

    El pecado es fuerte, persuasivo y dañino. Nos atrae porque se disfraza de consolador. Pensamos que si nos vengamos de alguien tendremos finalmente paz, que si buscamos ayuda en el alcohol o las drogas podremos escapar de este mundo que nos lastima. Pero el resultado siempre es el mismo: nos esclavizamos. Y nos entra el miedo a morir sin estar en paz con Dios, sin saber si hay algo más allá o si hay que pagar alguna entrada para ir al cielo.

    Esa es la esclavitud en la cual estábamos antes de ser liberados por la muerte y resurrección de Cristo. Él es el único que logra sacarnos los miedos. Notemos el lenguaje en el texto bíblico: «El diablo tenía el dominio sobre la muerte». Pero ahora, gracias a Cristo, ya no tiene más dominio sobre nosotros. Cristo nos libró.

    Gracias, Espíritu Santo, por darme la fe en Jesús. Amén.

    Para reflexionar:
    * ¿Qué miedos necesitas entregar a Jesús?
    * Ora para afirmarte en la confianza de que tus pecados han sido perdonados.

    Rev. Héctor Hoppe


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