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ALIMENTO DIARIO
Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oídos, acumularán para sí maestros conforme a sus propios deseos; y apartarán sus oídos de la verdad, y se volverán a mitos. 2 Timoteo 4:3-4 (LBLA)Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oídos, acumularán para sí maestros conforme a sus propios deseos; y apartarán sus oídos de la verdad, y se volverán a mitos. 2 Timoteo 4:3-4 (LBLA)
Uno de los orgullos de la ciudad de St. Louis, en el estado de Missouri, es su equipo de béisbol, los Cardenales. Como se podrán imaginar, por todos lados uno se encuentra con seguidores, hinchas y fanáticos. Yo vivo en esa ciudad, pero soy hincha de los Cubs de Chicago. De más está decir que necesito mucho apoyo.
Un artículo reciente en el periódico local insinúa que lo tengo. El artículo se refería a la Hermana Colleen Olsen, miembro de Orden Franciscana de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, quien cada año va a El Salvador a trabajar en el ala de maternidad de un hospital… un hospital que tiene una pequeña capilla.
Durante una de sus frecuentes visitas a dicha capilla, la Hermana Colleen vio que había algo en la pared detrás del altar. Para su gran sorpresa, era una imagen… del emblema de los Cubs de Chicago. Aunque le cueste creerlo, así es: el equipo que no ha logrado ganar el campeonato en cien años, tiene la imagen de su mascota en la pared de una capilla en El Salvador.
La Hermana Colleen cree que es una señal, y que quizás este sea el año en que ganemos. Por el contrario a mí me cuesta mucho creer que Dios use las paredes de una capilla para hacer saber al mundo que está favoreciendo a los Cubs.
Esto me lleva al tema de esta devoción. En la segunda carta a Timoteo, el apóstol Pablo advierte que llegará el día en que las personas irán de un predicador a otro hasta que encuentren a quien les diga las cosas que quieren oír, lo que hará que terminen creyendo en mitos, y apartándose de la verdad.
No dudo para nada de que la Hermana Colleen sea una buena persona. Pero el pueblo de Dios tiene que asegurarse de estar siguiendo y haciendo la voluntad del Señor, y no la de nadie más.
¿Cómo sabemos cuál es la voluntad de Dios? Leyendo la Biblia. Todo lo que necesitamos saber para esta vida y para la venidera, Dios nos lo dice en su Palabra. Allí leemos acerca de nuestro pecado y de la gracia de Dios, y de cuánto Dios nos amó, que envió a su único hijo para que todos los que creamos en él podamos tener vida eterna.
ORACIÓN: Querido Señor, te doy gracias por haberte dado a conocer a través de tu Palabra. Ayúdame a ser fiel a tu voluntad, a buscar y seguir tu guía, y a animar a quienes me rodean a que también lo hagan. En el nombre de Jesús. Amén.