"Amigos íntimos de Jesús"

... Jesús se llevó aparte a Pedro, Jacobo y Juan. Los llevó a un monte alto, y allí se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron resplandecientes y muy blancos, como la nieve. ¡Nadie en este mundo que los lavara podría dejarlos tan blancos! Y se les aparecieron Elías y Moisés, y hablaban con Jesús. Pedro le dijo entonces a Jesús: «Maestro, ¡qué bueno es para nosotros estar aquí! Vamos a hacer tres cobertizos; uno para ti, otro para Moisés, y otro para Elías.» Y es que no sabía qué decir, pues todos estaban espantados. En eso, vino una nube y les hizo sombra. Y desde la nube se oyó una voz que decía: «Éste es mi Hijo amado. ¡Escúchenlo!» Miraron a su alrededor, pero no vieron a nadie; sólo Jesús estaba con ellos (Marcos 9:2-8).... Jesús se llevó aparte a Pedro, Jacobo y Juan. Los llevó a un monte alto, y allí se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron resplandecientes y muy blancos, como la nieve. ¡Nadie en este mundo que los lavara podría dejarlos tan blancos! Y se les aparecieron Elías y Moisés, y hablaban con Jesús. Pedro le dijo entonces a Jesús: «Maestro, ¡qué bueno es para nosotros estar aquí! Vamos a hacer tres cobertizos; uno para ti, otro para Moisés, y otro para Elías.» Y es que no sabía qué decir, pues todos estaban espantados. En eso, vino una nube y les hizo sombra. Y desde la nube se oyó una voz que decía: «Éste es mi Hijo amado. ¡Escúchenlo!» Miraron a su alrededor, pero no vieron a nadie; sólo Jesús estaba con ellos (Marcos 9:2-8).

La mayoría de nosotros tenemos muchos amigos, pero los amigos íntimos, esos que conocen todo de nosotros, aun lo más secreto, los que con solo mirarnos ya saben qué pensamos y cómo vamos a actuar, son contados con los dedos. Para que haya ese conocimiento de amigos íntimos deben pasar dos cosas: pasar tiempo juntos y estar dispuestos a que nos conozcan.

En el texto para hoy podemos ver cómo Jesús comparte un tiempo especial con sus discípulos más íntimos y se les da a conocer de una manera muy íntima. ¿Puedes imaginar lo que esos tres discípulos habrán sentido cuando Jesús les mostraba su deidad y les anunciaba su muerte y resurrección?

Hoy Jesús nos sigue invitando a que nos acerquemos a él y lo conozcamos íntimamente. Lo hace cada vez que leemos o escuchamos su Palabra, donde Dios nos ha revelado todo lo que necesitamos saber acerca de Él. Lo hace cada vez que comparte su cuerpo y sangre con nosotros en la Santa Comunión. Lo hace para que lo reconozcamos como el Hijo amado de Dios y, como Pedro, podamos decir: «Maestro, ¡qué bueno es para nosotros estar aquí!».

Amado Señor y salvador, ayúdanos a conocerte cada vez más. Amén.

Para reflexionar:
*¿Qué te impide conocer más a Jesús?
*¿Qué puedes hacer hoy para comenzar a pasar más tiempo con Él?

Diaconisa Erica Jofre

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