ALIMENTO DIARIO

  • "Animando a otros"


  • diciembre 1, 2023
  • Pues no tengo dudas de que las aflicciones del tiempo presente en nada se comparan con la gloria venidera que habrá de revelarse en nosotros. Porque la creación aguarda con gran impaciencia la manifestación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino porque así lo dispuso Dios, pero todavía tiene esperanza, pues también la creación misma será liberada de la esclavitud de corrupción, para así alcanzar la libertad gloriosa de los hijos de Dios... ¿Qué más podemos decir? Que si Dios está a nuestro favor, nadie podrá estar en contra de nosotros. El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? (Romanos 8:18-21, 31,32).Pues no tengo dudas de que las aflicciones del tiempo presente en nada se comparan con la gloria venidera que habrá de revelarse en nosotros. Porque la creación aguarda con gran impaciencia la manifestación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino porque así lo dispuso Dios, pero todavía tiene esperanza, pues también la creación misma será liberada de la esclavitud de corrupción, para así alcanzar la libertad gloriosa de los hijos de Dios... ¿Qué más podemos decir? Que si Dios está a nuestro favor, nadie podrá estar en contra de nosotros. El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? (Romanos 8:18-21, 31,32).


  • Cuando era joven, pensaba que la vida eterna en el cielo era flotar en las nubes para siempre. Y para ser honesto, esa perspectiva no me atraía mucho. En cierto modo me gustaba este mundo físico, pero había asumido que Dios no tenía ningún interés permanente en él. Entonces alguien me mostró este pasaje de Romanos 8, donde el apóstol Pablo dice que cuando Jesús crucificado y resucitado regrese por nosotros, todo el mundo físico será liberado de su esclavitud a la decadencia y toda la creación será traída a la nueva vida que Jesús traerá con él.

    Para mí, esta idea unió los hilos dispersos de la enorme historia de la Biblia. Sabía que la historia bíblica comenzó cuando Dios creó el mundo físico y todo lo que hay en él y lo llamó «bueno» siete veces. Pero este pasaje me ayudó a apreciar cómo el final será un regreso al principio, sólo que mejor. Y en el medio, en la cruz y a través de la resurrección, está Jesús animándonos hacia esa meta final a pesar de nuestro pecado y separación de Dios, comprometido como siempre con ese «bueno» que Dios dijo una vez en el comienzo.

    Jesús está en el medio, lo que también lo convierte en nuestro modelo. El Espíritu Santo de Dios nos está moldeando y formando para que seamos como Jesús, como escuchamos decir a Pablo en Romanos 8:29. Jesús nos anima a nosotros, por eso nosotros animamos a los demás, pero en un grado diferente. Jesús anima a todo el universo: cada planeta, protón y persona. Tú y yo estamos llamados a animar a las personas que nos rodean. «Ama a tu prójimo», ese es nuestro llamado. No exactamente como Jesús, pero sí, ¡como Jesús! Porque cuando confiamos en que Jesús puede y hará lo que promete, el Espíritu de Dios obra en nosotros. Él vive dentro de nosotros, a nuestro alrededor y por encima de nosotros, uniendo en Él todos los hilos de nuestras historias dispersas. Y como Él, animamos a quienes nos rodean.

    Querido Jesús, gracias por estar en el centro de mi vida. Permíteme estar a tu lado y vivir como Tú. Amén.

    Para reflexionar:
    * ¿Qué personas ha puesto Dios en tu vida para que te animen?
    * ¿En qué forma especial podrías agradecerles?

    Rev. Michael Ziegler, orador de la Hora Luterana


    © Copyright 2023 Cristo Para Todas Las Naciones