"Cambios"

Por eso Dios lo exaltó hasta lo sumo y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre, para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. Filipenses 2:9-11Por eso Dios lo exaltó hasta lo sumo y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre, para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. Filipenses 2:9-11

Hay veces en que, cuando leo noticias sobre las cuales luego escribo estas devociones, me cuesta bastante no ser sarcástico. Una de esas veces fue esta semana, cuando leí que un Juez federal le dio la razón a un padre que dijo que cualquier expresión religiosa que hubiera en la graduación de su hijo habría de causar «un daño irreparable».

El Juez estuvo tan de acuerdo, que dictaminó que la palabra «Amén» no podría ser utilizada, y que las palabras «invocación» y «bendición» debían ser remplazadas con «Palabras de apertura» y «Palabras de clausura». También ordenó que la palabra «oración» no podría ser utilizada durante la ceremonia.

Tal dictamen por parte del Juez no fue sólo un insulto a la religión, sino también una violación a la libertad de expresión, porque Angela Hildenbrand, la estudiante con las mejores notas que iba a dar el discurso de graduación, había planeado incluir en él una oración.

Aquí es donde me preguntó en tono burlón qué fecha iban a imprimir en el programa de graduación. Porque las fechas de nuestro calendario están basados en el nacimiento de Jesús. Luego David, un compañero de trabajo en Cristo Para Todas Las Naciones, dijo: «Me pregunto qué van a hacer cuando tengan que nombrar a alumnos llamados Mateo, Marcos, Lucas, Juan, Esteban… ¿Será que sólo los van a llamar por su apellido, sin decir su nombre de pila, porque son nombres cristianos?»

Aparentemente, al momento de escribir esta devoción. la Corte de Apelaciones de los Estados Unidos, junto con el Fiscal General de Texas, han revertido la decisión de ese Juez.

Y por ello estoy contento. Porque estoy de acuerdo con San Pablo, quien dijo que el Nombre de Jesús está por encima de todo otro nombre. Sin lugar a dudas, su nombre es tan sagrado, que su simple mención hace que toda la creación le reverencie con respeto, y tan santo, que cada lengua debería confesar su señorío.

Y si alguien preguntara, como el padre de nuestra historia debería preguntar: ¿qué hace tan importante al nombre de Jesús?, la Escritura nos da la respuesta. Ella dice que el nombre de Jesús es sagrado porque él es el Hijo de Dios que fue sacrificado para que todos los que creen en él no se pierdan. El nombre de Jesús es sagrado porque todos los que creen en él son perdonados y reciben la promesa de la vida eterna.

Me temo que Angela no va a poder decir eso en su discurso de graduación, pero qué bueno sería si pudiera. Es mi oración que, si lo hiciera, quienes estén allí presentes se arrodillaran en respeto y luego se pusieran de pie y aplaudieran.

ORACIÓN: Señor Jesús, haz que los creyentes en nuestro país sean libres para reconocerte como Señor, y que quienes aún no creen reciban la fe que se alegra en tus dones de gracia. En tu nombre. Amén.

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