"Caminando juntos en paciencia y amor"

Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, en vez de hacer lo que nos agrada. Cada uno de nosotros debe agradar a su prójimo en lo que es bueno, con el fin de edificarlo. Porque ni aun Cristo se agradó a sí mismo sino que, como está escrito: «Las ofensas de los que te insultaban cayeron sobre mí.» Las cosas que se escribieron antes, se escribieron para nuestra enseñanza, a fin de que tengamos esperanza por medio de la paciencia y la consolación de las Escrituras. Que el Dios de la paciencia y de la consolación les conceda a ustedes un mismo sentir, según Cristo Jesús, para que todos juntos y a una sola voz glorifiquen al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. Por tanto, recíbanse unos a otros, como también Cristo nos recibió, para la gloria de Dios (Romanos 15:1-7).Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, en vez de hacer lo que nos agrada. Cada uno de nosotros debe agradar a su prójimo en lo que es bueno, con el fin de edificarlo. Porque ni aun Cristo se agradó a sí mismo sino que, como está escrito: «Las ofensas de los que te insultaban cayeron sobre mí.» Las cosas que se escribieron antes, se escribieron para nuestra enseñanza, a fin de que tengamos esperanza por medio de la paciencia y la consolación de las Escrituras. Que el Dios de la paciencia y de la consolación les conceda a ustedes un mismo sentir, según Cristo Jesús, para que todos juntos y a una sola voz glorifiquen al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. Por tanto, recíbanse unos a otros, como también Cristo nos recibió, para la gloria de Dios (Romanos 15:1-7).

En mi casa tenemos dos perritos, uno tiene 6 años y el otro 2. El de 6 años camina siempre a mi lado cuando salimos de paseo. ¡Pero el de 2 años es otra historia! Él anda corriendo como loquito y tira siempre de la correa tratando de avanzar más rápido que nosotros. El grande me mira y yo a él y los dos miramos al chiquito hacer de las suyas mientras yo trato de enseñarle a caminar juntos. Me da risa, pero a veces puede ser fastidioso. El paseo no es tan relajante como pudiera ser porque el chiquitín inmaduro hace de las suyas.

Que no se ofenda nadie con esta comparación, por favor. Pero a veces siento que yo actúo igual: Dios quiere caminar conmigo en este camino de la fe y yo quiero ir un paso más adelante que él. Pero Dios, en su sabiduría, me tiene paciencia, como también te la tiene a ti cuando haces lo que no debes y no haces lo que debes, y como la tiene cada vez que caemos y no somos quienes Él nos ha llamado a ser.

Y entonces nos pide que hagamos lo mismo. Nos pide que tengamos paciencia con las personas que nos ofenden o que caen en pecado, que soportemos las flaquezas de los demás y que nos recibamos unos a otros con todas nuestras flaquezas, así como Jesús nos ha recibido. Porque cuando vivimos en armonía y paz, estamos reflejando el amor de Cristo y honrando a Dios.

Padre, ayúdanos a soportar las flaquezas de los débiles con el fin de edificarlos. Porque ni aun Cristo se agradó a sí mismo, sino que, las ofensas de quienes nos insultaban cayeron sobre él. Tú eres un Dios de paciencia y de consuelo. Concédenos un mismo sentir, según Cristo Jesús, para que todos juntos y a una sola voz te glorifiquemos. Por tanto, ayúdanos a recibirnos unos a otros así como Cristo nos recibió, para gloria tuya. Amén.

Para reflexionar:
* ¿En qué áreas de tu vida estás tratando de avanzar más rápido que Dios? ¿Cómo puedes aprender a caminar en paciencia?
* ¿De qué manera puedes reflejar el amor de Cristo a otros?

Diaconisa Noemí Guerra

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