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ALIMENTO DIARIO
Y ahora, amados hermanos, les damos el siguiente mandato en el nombre de nuestro Señor Jesucristo: aléjense de todos los creyentes que llevan vidas ociosas y que no siguen la tradición que recibieron de nosotros. Pues ustedes saben que deben imitarnos. No estuvimos sin hacer nada cuando los visitamos a ustedes. En ningún momento aceptamos comida de nadie sin pagarla. Trabajamos mucho de día y de noche a fin de no ser una carga para ninguno de ustedes... Incluso mientras estábamos con ustedes les dimos la siguiente orden: «Los que no están dispuestos a trabajar que tampoco coman». Sin embargo, oímos que algunos de ustedes llevan vidas de ocio, se niegan a trabajar y se entrometen en los asuntos de los demás. Les ordenamos a tales personas y les rogamos en el nombre del Señor Jesucristo que se tranquilicen y que trabajen para ganarse la vida (2 Tesalonicenses 3:6-8, 10-12 NTV).Y ahora, amados hermanos, les damos el siguiente mandato en el nombre de nuestro Señor Jesucristo: aléjense de todos los creyentes que llevan vidas ociosas y que no siguen la tradición que recibieron de nosotros. Pues ustedes saben que deben imitarnos. No estuvimos sin hacer nada cuando los visitamos a ustedes. En ningún momento aceptamos comida de nadie sin pagarla. Trabajamos mucho de día y de noche a fin de no ser una carga para ninguno de ustedes... Incluso mientras estábamos con ustedes les dimos la siguiente orden: «Los que no están dispuestos a trabajar que tampoco coman». Sin embargo, oímos que algunos de ustedes llevan vidas de ocio, se niegan a trabajar y se entrometen en los asuntos de los demás. Les ordenamos a tales personas y les rogamos en el nombre del Señor Jesucristo que se tranquilicen y que trabajen para ganarse la vida (2 Tesalonicenses 3:6-8, 10-12 NTV).
«Cuando sea viejo, no quiero ser una carga para nadie». La gente dice esto porque les preocupa ser una carga para los demás, costándoles tiempo, problemas o dinero. Y entonces hacen todo lo que pueden para mantenerse independientes, para seguir siendo dadores, no receptores. Para algunos, esto incluso amenaza sus vidas, ya que permanecen en situaciones peligrosas mucho más allá del momento en que deberían aceptar ayuda.
Entonces, ¿qué pasa con el pasaje de hoy? ¿Es sólo otra razón para sentirse culpable? No.
La clave está en el versículo diez: «Los que no están dispuestos a trabajar que tampoco coman». Fíjate donde dice «dispuestos». El Espíritu Santo está hablando a través de Pablo, como lo hace a través de toda la Escritura, y deliberadamente dice «dispuestos a trabajar». Él no dice «capaz de trabajar» o simplemente «trabajando».
¿Qué significa esto? Significa que lo que está en el corazón es lo importante. ¿Estás dispuesto, deseoso, incluso desesperado por contribuir de cualquier manera que puedas? ¿No puedes trabajar debido a una enfermedad o discapacidad u otros problemas de los que con gusto te librarías si pudieras? Entonces no eres un ocioso. Lo más importante, no estás bajo el juicio de Dios. Y no importa lo frágil que puedas ser. Mientras la voluntad esté ahí, estarás bien.
Pero eso no resuelve tu malestar, ¿verdad? Bueno, no, no lo hace. Como cristiano, estás siguiendo los pasos de Jesús, estás recorriendo el camino de la cruz. ¿Y qué significó eso para Jesús?
Significaba que, mientras se dirigía a Jerusalén para salvarnos a todos mediante su muerte y resurrección allí, aceptó ayuda. Él y todos los discípulos se quedaron en casas ajenas y comieron comida ajena. El Domingo de Ramos, Jesús tomó prestado el burro de alguien y la ropa de otras personas para usar como silla de montar. Incluso la cruz no era suya—Palestina tiene poca madera, y la cruz sin duda fue usada por mucha gente.
Y lo pusieron en un sepulcro prestado.
Piénsalo: el Hijo de Dios, amándote, eligió ser dependiente. Él aceptó eso como parte de su sacrificio para hacerte suyo. Y Él te dará su Espíritu Santo, para que tú también puedas aceptar la dependencia en el momento adecuado, caminando el camino de la cruz con amor y gratitud.
ORACIÓN: Amado Dios, ayúdame cuando tenga dificultades para depender de la ayuda de otros. Amén.
Para reflexionar:
* ¿Te cuesta aceptar ayuda? ¿Por qué sí o por qué no?
* Investiga otras veces en las que Jesús aceptó ayuda.
Dra. Kari Vo
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