ALIMENTO DIARIO

  • "¡Corre a avisar que Jesús vive!"


  • marzo 31, 2024
  • Pascua de Resurrección

    El primer día de la semana por la mañana, después de que Jesús resucitó, se le apareció primero a María Magdalena, de quien había echado siete demonios. Ella fue y se lo dijo a los que habían estado con él, los cuales estaban tristes y llorando. Al oír ellos que Jesús vivía y que ella lo había visto, no lo creyeron (Marcos 16:9-11).Pascua de Resurrección

    El primer día de la semana por la mañana, después de que Jesús resucitó, se le apareció primero a María Magdalena, de quien había echado siete demonios. Ella fue y se lo dijo a los que habían estado con él, los cuales estaban tristes y llorando. Al oír ellos que Jesús vivía y que ella lo había visto, no lo creyeron (Marcos 16:9-11).


  • Me imagino que María Magdalena se frustró hasta la médula. Ella misma había visto donde habían puesto a Jesús el viernes a la tarde. Tenía testigos de su sepultura. Ahora ella estaba trayendo una noticia fuera de serie: el sepulcro estaba vacío, tenía testigos de que un ángel había anunciado la resurrección de su Señor, y como si eso fuera poco, el mismo Señor se le había aparecido a ella y conversado con ella. A correr, María, a contarle la buena noticia a los demás que estaban derretidos de miedo, y paralizados no le abrían la puerta a nadie.

    Los ojos de la fe de los discípulos todavía no estaban abiertos. Estaban tan sacudidos por haber abandonado a Jesús, que no estaban seguros si lo querían volver a ver o no. La vergüenza los devoraba y el miedo a que a ellos les sucediera lo mismo que a Jesús los mantenía en la incredulidad.

    Los cristianos recibimos de Dios los ojos de la fe para poder ver a Jesús vivo, resucitado, eterno. Sin la resurrección de Jesús seríamos los seres más miserables del mundo. Todavía estaríamos en nuestros pecados y condenados, sin la esperanza de ver a Dios en la eternidad. La resurrección de Jesús es la muestra más palpable de la misericordia de Dios. María Magdalena es testigo, los discípulos también, los creyentes que vinieron después también, y la palabra más segura, la Palabra de Dios, nos afirma en la verdad que porque Cristo vive, nosotros también viviremos. Cristo vivo camina a nuestro lado cada día y nos llamará por nuestro nombre el día final para resucitarnos y tenernos con él para siempre.

    Gracias, Padre, por resucitar a Jesús. Con confianza esperamos nuestra resurrección de los muertos. Amén.

    Para reflexionar:
    * ¿Quién te contó que Jesús está vivo?
    * ¿A quién le cuentas que Jesús está vivo?

    Rev. Héctor Hoppe


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