ALIMENTO DIARIO

  • "De nuestra parte"


  • junio 8, 2011
  • ¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra? Romanos 8:31¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra? Romanos 8:31


  • El otro día tuve la oportunidad de conocer a un Navy Seal recién graduado. Se notaba que estaba en perfecto estado físico. Me dijo que pronto recibiría entrenamiento adicional para ser destacado luego a algún lugar en el Medio Oriente.

    Cuando le dije que su familia, amigos y todos los que allí estaban se sentían justificadamente orgullosos de él, sonrió. Estaba acostumbrado a oír cumplidos como los que le di. Y espero que la mayoría de los Navy Seals reciban una buena cantidad de halagos, porque sus misiones no son nada fáciles.

    ¿Me excedí? Quizás sí.

    Pero, ¿por qué no? Se espera que Robin Hood sea un mago con el arco y la flecha, pero ni él se compara con la habilidad como francotiradores desplegada por los Navy Seals con los piratas secuestradores de Somalia. Se dice que Pecos Bill es el mejor cowboy del lejano oeste, pero no es nada comparado con el exitoso desempeño de los Navy Seals en el campamento de Bin Laden en Pakistán.

    Por todo lo dicho, tengo algo muy claro: prefiero tener un Navy Seal como amigo, que como enemigo. Después de todo, un Navy Seal puede defenderme contra los ladrones, puede protegerme, y puede mantenerme seguro.

    Exactamente eso es lo que San Pablo está diciendo en el texto para hoy: «Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra?».

    Cuando Satanás, y no los piratas somalíes, nos secuestró del lado de nuestro amado Padre, Jesús vino a nuestro rescate. Cuando la muerte, y no Bin Laden, aterrorizó nuestras almas, la resurrección de Jesús nos mostró que todo el que cree en él saldrá victorioso.

    Con Jesús de nuestro lado, nada, absolutamente nada puede separarnos del amor de Dios.

    ORACIÓN: Señor, te doy gracias por todo lo que has hecho por mí. Cuando soy débil, tú remueves mis deficiencias; cuando no tengo esperanza, tú eres fuerte; cuando me siento solo, me aseguras que estás conmigo. Ayúdame a compartirte con quienes aún no te conocen. En el nombre de Jesús. Amén.

    © Copyright 2011 Cristo Para Todas Las Naciones