ALIMENTO DIARIO

  • "Difícilmente"


  • noviembre 24, 2009
  • Difícilmente habrá quien muera por un justo, aunque tal vez haya quien se atreva a morir por una persona buena. Pero Dios muestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros. Romanos 5:7-8Difícilmente habrá quien muera por un justo, aunque tal vez haya quien se atreva a morir por una persona buena. Pero Dios muestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros. Romanos 5:7-8


  • El 20 de octubre, un terrorista vestido con ropa de mujer, escondiendo en su holgado ropaje un explosivo, se dirigió al campo universitario islámico para mujeres en la ciudad de Islamabad, Pakistán.

    El terrorista le disparó al guardia de la entrada, y se preparó para entrar en la cafetería llena de jóvenes. Fue entonces cuando Pervaiz Masih, el custodio de la escuela, se paró en la puerta de entrada. Pervaiz le dijo al hombre que no podía pasar. Él insistió, pero Pervaiz permaneció firme.

    El terrorista detonó su artefacto. Murieron 3 estudiantes, pero fueron mucho menos de los que hubieran muerto si Pervaiz no se hubiera sacrificado a sí mismo.

    Esa es la historia, excepto por estos detalles: Pervaiz había estado trabajando en la escuela por menos de una semana, en un trabajo que le representaba 60 dólares al mes.

    Aún cuando Pervaiz es considerado un héroe entre las estudiantes, su tumba no tiene lápida, y su familia está atrasada en el pago de la renta de su apartamento.

    Acá va otro detalle: Pervaiz era cristiano.

    Me pregunto: ¿qué pudo haber motivado a un hombre pobre a sacrificarse por un grupo de jóvenes estudiantes que profesaban una fe diferente?

    No puedo pensar en otra respuesta que esta: Pervaiz Masih había estado a los pies de la cruz de Jesús. Ahí es donde Pervaiz vio a su Salvador sacrificarse para que, 2000 años más tarde, guardianes como él, y todos los que creen, puedan estar seguros que ni los terroristas, ni los malvados, ni la muerte, tienen la última palabra.

    Sentí mucha pena por los seis miembros de la familia de Pervaiz que aún viven en un pequeño apartamento… pero me regocijo en el sacrificio que este custodio hizo en el nombre de su Salvador.

    ORACIÓN: Amado Señor, por tu cruz cambiaste el futuro, dando salvación a todos los que creen. Te damos gracias por el regalo de tu gracia, y nos regocijamos por el testimonio de un custodio cristiano. Haz que el mundo vea cómo los cristianos, fortalecidos por el Espíritu Santo, pueden amar como tú nos amaste. En tu nombre. Amén.