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ALIMENTO DIARIO
Y que también (Dios) nos ha librado del poder de la oscuridad y nos ha trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de los pecados. Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda la creación. En él fue creado todo lo que hay en los cielos y en la tierra, todo lo visible y lo invisible; tronos, poderes, principados, o autoridades, todo fue creado por medio de él y para él. Él existía antes de todas las cosas, y por él se mantiene todo en orden. Él es la cabeza del cuerpo, que es la iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, para tener la preeminencia en todo, porque al Padre le agradó que en él habitara toda plenitud, y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, tanto las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz (Colosenses 1:13-20).Y que también (Dios) nos ha librado del poder de la oscuridad y nos ha trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de los pecados. Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda la creación. En él fue creado todo lo que hay en los cielos y en la tierra, todo lo visible y lo invisible; tronos, poderes, principados, o autoridades, todo fue creado por medio de él y para él. Él existía antes de todas las cosas, y por él se mantiene todo en orden. Él es la cabeza del cuerpo, que es la iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, para tener la preeminencia en todo, porque al Padre le agradó que en él habitara toda plenitud, y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, tanto las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz (Colosenses 1:13-20).
Para la mayoría de nosotros, Jesús es una persona familiar. Hablamos con Él cuando estamos en problemas. Llevamos su cruz alrededor de nuestro cuello, o en un anillo o alfiler de corbata. Celebramos su nacimiento en Navidad y su resurrección en Pascua.
Esto está bien, esto es bueno y, sin embargo, a veces sucede que olvidamos el otro lado de quién es Él: la parte asombrosa, increíble y, seamos honestos, algo aterradora. ¿Quién es Jesús? Bueno, en primer lugar, Él es la imagen del Dios invisible. Eso significa que, si quieres saber cómo es Dios, puedes simplemente mirar a Jesús. ¡Guau!
Y aún más, Él es Aquel por quien fuimos creados, y no solo nosotros, sino todas las cosas, el ángel más alto hasta el germen más bajo. Él existió antes que cualquier otra cosa, desde toda la eternidad, y el Padre creó todas las cosas para Él. Incluso hoy, Jesús mantiene todo unido y lo mantiene en marcha, día a día y minuto a minuto. Y toda la plenitud de Dios vive en Él, este Hombre de Nazaret, este Hombre colgado en una cruz.
Eso suena muy fuerte, ¿no? El Dios que está en todas partes y mantiene todo unido, quien es eterno, omnisciente, todopoderoso, es quien hace la paz por medio de la sangre de su cruz. Eso debería despertarnos. Porque es este Dios, nada más y nada menos, quien te ha escogido para ser suyo, quien te ha llamado a confiar en Él, quien ha dado su vida para hacerte su propio hijo. La sangre en su cruz te ha salvado. Su resurrección de entre los muertos te da vida.
¿Cómo podemos asimilar esto? No sé si podamos. Pero es bueno que, de vez en cuando, recordemos el lado menos familiar de nuestro Salvador. Para recordar, una vez más, quién es Él: el Dios glorioso que nos amó y se entregó por nosotros.
ORACIÓN: Querido santo Señor, llévame a conocerte mejor y a confiar en ti con todo mi corazón. Amén.
Para reflexionar:
* ¿Tienes algún amigo o familiar que los demás consideren famoso o importante?
* Cuando piensas en la gloria de Jesús, ¿qué es lo que más te asombra?
Dra. Kari Vo
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