ALIMENTO DIARIO

  • "El amor del Padre"


  • noviembre 7, 2008
  • Pero teníamos que hacer fiesta y alegrarnos, porque este hermano tuyo estaba muerto, pero ahora ha vuelto a la vida; se había perdido, pero ya lo hemos encontrado. Lucas 15:32Pero teníamos que hacer fiesta y alegrarnos, porque este hermano tuyo estaba muerto, pero ahora ha vuelto a la vida; se había perdido, pero ya lo hemos encontrado. Lucas 15:32


  • Queridos hermanos en Cristo:

    La historia de la salvación en Jesucristo llega a todo el mundo. Para que los lectores de estas Devociones Diarias puedan ver el poder del Salvador a nivel mundial, hemos pedido a nuestras Oficinas Internacionales que escriban las devociones de los viernes. Oramos para que el Espíritu toque su corazón a través de ellas.

    En Cristo,

    Pastor Ken Klaus,
    Orador The Lutheran Hour
    Cristo Para Todas Las Naciones

    Al observar la realidad en la que vivimos no puedo dejar de pensar en la parábola del hijo pródigo. Son pocos los jóvenes que hoy en día desean vivir en casa con sus padres, siguiendo ciertos padrones de vida. Todos quieren vivir en total libertad, sin ningún tipo de compromiso y responsabilidad. No le dan valor al calor del hogar, al cariño de los padres y de los hermanos, hasta que llega el momento en que tienen que experimentar por cuenta propia lo amargo que es haberlo poseído todo y estar sin nada por haberlo tirado todo por la ventana.

    Muchos cambian la verdadera felicidad por unos momentos breves de placer. Son como el joven de la parábola narrada por Jesús, que abandonó su hogar para poder sentir la libertad que ofrece el mundo. Lamentablemente el que desea vivir esa experiencia tendrá que pagar el precio que significa vivir libremente, sin compromisos y responsabilidades. Mientras este joven tenía dinero, podía comprar la compañía de los amigos, el placer, la supuesta felicidad. Pero se le cuando acabaron sus bienes terminó todo su bienestar terrenal. Y cayó bajo, a lo más profundo del lodo, cuidando cerdos y alimentándose con lo que ellos comían.

    Y recién allí se da cuenta de su situación, tuvo que caer tan bajo para poder arrepentirse. Arrepentido decía: En la casa de mi padre los empleados viven tan bien y yo aquí muriendo de hambre en este lodo. Y decidió regresar… regresar al Padre, este es el secreto queridos jóvenes. Que bueno es cuando Dios nos alcanza con su Palabra y consigue cambiar nuestro corazón de manera que regresemos a él.

    Muchas veces nuestra duda es, ¿será que me va a recibir de vuelta? Sí… nuestro Dios es un Padre lleno de amor y de ternura, que hace fiesta cuando uno de sus hijos decide volver arrepentido. Nuestro Padre nos ama tanto, que decidió dar a su propio y único Hijo como precio por nuestro rescate.

    Volvamos al Padre, él nos está esperando con los brazos abiertos y quiere que vivamos siempre en su compañía.

    ORACIÓN: Querido Padre celestial, gracias por amarme tanto y por estar siempre dispuesto a perdonarme y a recibirme de vuelta cuando me aparto de Ti. Amén.

    Biografía del autor: Pastor Laureno Sitzmann. Nacido en Capitán Miranda, Paraguay, el 18 de Junio de 1963. Graduado en el Seminario Concordia de Bs. As. Argentina en el año 1987. Casado con Loide Sonntag, tiene dos hijas, Lorena y Cristina. Actualmente es pastor de la Parroquia Santa Trinidad (Iglesia Evangélica Luterana del Paraguay) de Iruña, Alto Paraná. Paraguay.

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