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ALIMENTO DIARIO
Abandonen toda amargura, ira y enojo, gritos y calumnias, y toda forma de malicia. Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo. Efesios 4:31-32Abandonen toda amargura, ira y enojo, gritos y calumnias, y toda forma de malicia. Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo. Efesios 4:31-32
La «Casa del Resentimiento».
Quizás nunca haya oído hablar de ella, pero la «Casa del Resentimiento» estaba en la ciudad de Nueva York, donde había sido construida por un millonario llamado Joseph Richardson.
La intención original de Richardson había sido construir esa casa (prácticamente inusable) para venderla a alguno de sus vecinos, pero ninguno estuvo dispuesto a pagar lo que pedía. Aún así la construyó… una casa de cinco pies de ancho, donde vivió el resto de su vida lleno de resentimiento.
Si se fija en las casas de la calle en la que usted vive, probablemente encuentre muchas casas como esa. No serán casas de cinco pies de ancho, sino más bien casas comunes y corrientes, muy semejantes a la suya. Pero, más allá de las apariencias externas, muchas de ellas también podrían ser llamadas «Casas de Resentimiento», pues quienes las habitan son personas resentidas y enojadas con quienes les rodean. Personas que son incapaces de perdonar una discusión, un entredicho, o una ofensa.
¡Qué triste es vivir así! ¡Cuánto necesitan esas personas al Señor que les puede mostrar cómo perdonar y liberarse del resentimiento!
Jesús mismo oró, y nos enseñó a orar: «perdónanos nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores». Él vivió su vida de esa manera, y espera que quienes han sido limpiados de sus pecados por su sacrificio, también lo hagan.
Acerquémonos, pues, a quienes viven en esas «Casas de Resentimiento», para que puedan salir de ellas y así conocer y recibir la libertad que sólo el perdón de Jesucristo puede dar.
De una devoción escrita originalmente para «By the Way»
ORACIÓN: Querido Dios, crea en mí un corazón puro y sensible. No permitas que en mi casa reine el resentimiento, y ayúdame para guiar a otros a que salgan del suyo. Te lo pido en el nombre del Salvador. Amén.