"El Señor hace grandes cosas"

No temas, tierra, sino alégrate y regocíjate, porque el Señor hará grandes cosas. No teman, animales del campo, porque los pastizales de la estepa reverdecerán; los árboles producirán su fruto, y la higuera y la vid darán su riqueza. Joel 2:21-22No temas, tierra, sino alégrate y regocíjate, porque el Señor hará grandes cosas. No teman, animales del campo, porque los pastizales de la estepa reverdecerán; los árboles producirán su fruto, y la higuera y la vid darán su riqueza. Joel 2:21-22

El 24 de enero, el periódico Washington Post publicó un artículo nada alentador ni optimista sobre la economía mundial.

En él se explicaba cómo la economía mundial está decayendo a pasos agigantados… más rápido de lo que los expertos pensaban que iba a hacerlo. También hablaba de cómo la industria de la construcción era cada vez menor, de cómo estaban sufriendo las corporaciones, y de los millones de personas que habían perdido su trabajo.

Lo más probable es que usted, o algún familiar o conocido, haya sido afectado por esta crisis económica por la que estamos pasando.

Si es así, leamos nuevamente las palabras del profeta: «No temas, tierra, sino alégrate y regocíjate, porque el Señor hará grandes cosas. No teman, animales del campo, porque los pastizales de la estepa reverdecerán; los árboles producirán su fruto, y la higuera y la vid darán su riqueza.»

De veras el Señor ha prometido, y así lo cumple, derramar bendiciones sobre las naciones que se arrepienten de sus pecados del pasado y se presentan humildemente ante él. Una y otra vez el Señor ha mostrado que les sonríe a quienes se vuelven a él. Más aún, los cristianos tienen la certeza de que, aún cuando su país le dé vuelta la espalda al amor del Señor, por el sacrificio de su Hijo ellos seguirán siendo bendecidos.

La vida, muerte y resurrección de Jesús confirma que el Señor de la vida está con nosotros, y que un día nos reuniremos con él en el cielo. Aún en los momentos difíciles los cristianos sabemos que nada nos puede quitar las bendiciones que el Salvador nos da. Aún en los momentos difíciles los cristianos tenemos esa paz que sobrepasa todo entendimiento humano.

ORACIÓN: Padre celestial, en medio de tantas malas noticias y de las amenazas del diablo de un futuro oscuro, haz que la luz del amor y la vida dada por el Salvador disipe toda depresión y desaliento. En el nombre de Jesús. Amén.