"Esperanza en medio del acoso escolar"

El Señor está cerca de los que tienen quebrantado el corazón; él rescata a los de espíritu destrozado (Salmo 34:18 NTV).

El acoso escolar es cada vez más grave en esta sociedad. Cuando un niño sufre acoso escolar, su corazón y su espíritu pueden estar profundamente quebrantados. Pueden sentirse solos, temerosos, inseguros e incluso destrozados.

En el podcast de Cristo Para Todas Las Naciones, Sentido Latino, reflexionamos hoy sobre este tema.

El Salmo 34 fue escrito por David en un momento muy difícil de su vida. Estaba huyendo porque el rey Saúl quería matarlo. Para salvarse, tuvo que fingir estar loco delante del rey Abimelec. En medio de esa situación desesperada, David escribió este salmo, agradeciendo a Dios por estar siempre cerca de los que están sufriendo y por escuchar sus oraciones.

Dios no es alguien lejano que no se preocupa por nosotros. Al contrario, está muy cerca, especialmente cuando estamos pasando por momentos difíciles y dolorosos.

Cuando un niño sufre acoso escolar, tanto el niño como sus padres pueden sentirse solos y desesperados. Pero Dios está cerca, listo para consolarnos y darnos fuerzas.

Jesús cumplió esta promesa al venir al mundo para sanar a los que sufren y liberar a los oprimidos. En la cruz, Él llevó sobre sí mismo todo nuestro dolor, incluyendo el que viene del acoso y el maltrato. A través de su Palabra, el Bautismo y la Santa Cena, Jesús nos da la fuerza para enfrentar y superar nuestras heridas.

Como padres y como comunidad, tenemos la responsabilidad de proteger a nuestros hijos y de asegurarnos de que se sientan seguros y amados. Esto significa estar informados, hablar con nuestros hijos y actuar cuando vemos que algo no está bien. Al hacerlo, estamos demostrando el amor de Jesús en nuestras vidas, pues de él recibimos consuelo y somos capacitados para ser una luz en la vida de nuestros hijos y en nuestra comunidad.

Padre nuestro, gracias por estar siempre cerca de nosotros cuando estamos sufriendo. Ayúdanos a ser una fuente de consuelo y apoyo para los niños que enfrentan acoso escolar. Danos la fuerza y la sabiduría para proteger y guiar a nuestros hijos, y cuando fallamos, perdónanos y fortalécenos para seguir adelante. Amén.

Para reflexionar:
* ¿Qué puedes hacer hoy para ser un apoyo para un niño que está sufriendo acoso escolar?
* ¿Cómo puedes asegurarte de que tu hogar y tu comunidad sean lugares donde los niños se sientan seguros y amados?

Diaconisa Noemí Guerra

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