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ALIMENTO DIARIO
Honren en su corazón a Cristo, como Señor, y manténganse siempre listos para defenderse, con mansedumbre y respeto, ante aquellos que les pidan explicarles la esperanza que hay en ustedes (1 Pedro 3:15).
Imagina por un momento que estás frente a alguien a quien amas, y te encuentras buscando las palabras correctas para compartir la maravillosa verdad que Cristo ha hecho por ti. ¿Cómo lo explicarías? Los versículos de hoy nos instan a estar siempre listos para compartir nuestra fe.
La fe cristiana es la confesión de que Jesús es el único Redentor y Salvador del mundo. Y el cristiano es quien, por el poder del Espíritu Santo por medio de la palabra de Dios, cree en Jesús como su Señor y Salvador, y así lo confiesa.
En las semanas anteriores reflexionamos acerca de los Diez Mandamientos, donde Dios nos da a conocer su voluntad. En las semanas que siguen reflexionaremos acerca del Credo Apostólico, a través del cual confesamos quién es Dios y lo que ha hecho por el mundo. Así podremos mantenernos siempre listos para defendernos, con mansedumbre y respeto, ante aquellos que nos pidan explicarles la esperanza que hay en nosotros.
El Credo nos lleva a contemplar toda la obra de Dios en la creación y en la historia humana, como se nos revela en la Biblia. Comienza con la palabra «creo» porque es una declaración personal de fe en lo que Dios ha hecho por nosotros: nos creó, nos redimió y nos santificó.
Es una expresión de nuestra fe, un recordatorio de la gracia y el amor de Dios que nos impulsa a vivir con gratitud y compromiso, compartiendo las bendiciones que hemos recibido con otros para que también conozcan la vida que tenemos en Cristo. ¿Estás listo?
Padre nuestro, que por tu Espíritu podamos honrar en nuestros corazones a Cristo como Señor, y mantenernos siempre listos para defendernos con mansedumbre y respeto, ante aquellos que nos pidan explicar la esperanza que hay en nosotros. Que podamos abrazar cada parte de nuestra fe con gozo y convicción, sabiendo que en Jesucristo encontramos la plenitud de la gracia y la verdad. Amén.
Para reflexionar:
* ¿Qué significa para ti honrar en tu corazón a Cristo como Señor?
* ¿Qué significa para ti estar preparado para defender tu fe con mansedumbre y respeto?
Diaconisa Noemí Guerra
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