ALIMENTO DIARIO

  • "¡Falta algo!"


  • agosto 5, 2009
  • 'No son los sanos los que necesitan médico, sino los enfermos', les contestó Jesús. No he venido a llamar a justos sino a pecadores para que se arrepientan. Lucas 5:32'No son los sanos los que necesitan médico, sino los enfermos', les contestó Jesús. No he venido a llamar a justos sino a pecadores para que se arrepientan. Lucas 5:32


  • Estamos acostumbrados a que las tiendas hagan distintos tipos de ofertas para atraer más compradores, como por ejemplo: «compre uno y lleve otro gratis.»

    Aparentemente, en estos días la Iglesia de Inglaterra está ofreciendo algo similar: las parejas que van a casarse también pueden bautizar a sus hijos en el mismo servicio.

    A pesar de que suena extraño, en algunas circunstancias tiene sentido. Por ejemplo, podemos pensar en una pareja que acaba de convertirse y decide casarse por iglesia, y bautizar también a sus niños.

    Es válido preguntarse con qué frecuencia ocurre esto. Yo no lo sé, pero imagino que algunas veces ocurrirá. Aunque la Iglesia de Inglaterra admite que ese servicio fue diseñado, más que nada, para los que pertenecen a la Iglesia, pero que no han respetado la santidad del matrimonio.

    Sabemos que es bueno que una pareja quiera casarse y que sus hijos conozcan al Salvador que dio su vida por ellos.

    Pero siempre hay un pero en todo. Me pregunto qué lugar ocupa aquí el arrepentimiento. La corrosión no se puede cubrir con pintura, porque tarde o temprano va a salir a relucir nuevamente, ni tampoco se puede recubrir una pared enmohecida y esperar que quede bien. De la misma manera, el pecado no se elimina cubriéndolo, sino que es necesario que haya arrepentimiento.

    ¿Qué es el arrepentimiento? Es tener un corazón penitente para que el Señor pueda cambiar nuestras viejas costumbres y ponernos así en armonía con su voluntad.

    El arrepentimiento es algo bueno pues viene de Dios y es inspirado por el Espíritu Santo, pero es algo que no hay en abundancia. Por ello oramos por las parejas que se casan en Inglaterra, y también por nosotros

    ORACIÓN: Amado Señor, crea en mí, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí. No me alejes de tu presencia ni me quites tu Espíritu. Devuélveme la alegría de tu salvación; que un espíritu obediente me sostenga. Así enseñaré a los transgresores tus caminos, y los pecadores se volverán a ti. Dios mío, Dios de mi salvación, líbrame de derramar sangre, y mi lengua alabará tu justicia. Abre, Señor, mis labios, y mi boca proclamará tu alabanza. Salmo 51:10-15