ALIMENTO DIARIO

  • "Fuerza para resistir"


  • octubre 8, 2010
  • Resístanlo, manteniéndose firmes en la fe, sabiendo que sus hermanos en todo el mundo están soportando la misma clase de sufrimientos. 1 Pedro 5:9Resístanlo, manteniéndose firmes en la fe, sabiendo que sus hermanos en todo el mundo están soportando la misma clase de sufrimientos. 1 Pedro 5:9


  • Queridos hermanos en Cristo:

    La historia de la salvación en Jesucristo llega a todo el mundo. Para que los lectores de estas Devociones Diarias puedan ver el poder del Salvador a nivel mundial, hemos pedido a nuestras Oficinas Internacionales que escriban las devociones de los viernes. Oramos para que el Espíritu toque su corazón a través de ellas.

    En Cristo,

    Pastor Ken Klaus,
    Orador The Lutheran Hour
    Cristo Para Todas Las Naciones

    Durante el otoño del 2008, por Cuba pasaron tres huracanes. Ciudades enteras fueron destruidas por el viento y la lluvia. Muchos árboles cayeron sobre las rutas pero, sorprendentemente, muchas palmeras se mantuvieron en pie sin sufrir prácticamente ningún daño.

    La firmeza de esas palmeras ante las tormentas es similar a la lucha del cristiano contra el diablo y el pecado.

    En esta vida hay tormentas que pueden sacudir nuestro mundo, y tentaciones que pueden apartarnos de la fe. Jesús lo sabe. Él mismo sufrió esas tentaciones, pero las resistió confiando en la Palabra de Dios como su máxima defensa.

    Ese es un modelo perfecto para nuestra resistencia diaria contra las tentaciones del diablo. Al igual que las tormentas que golpean la tierra, el diablo está siempre tratando de destruirnos. Pero, si estamos firmemente arraigados en la Palabra de Dios, por el poder del Espíritu Santo podemos resistir.

    La carta de Santiago lo dice muy bien: «Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes» (Santiago 4:7).

    Permitamos que el Espíritu Santo obre en nuestros corazones y mentes, dándonos la fuerza que necesitamos para enfrentar las tormentas de la vida.

    ORACIÓN: Señor Dios, gracias por tu Palabra. Ayúdanos a ser oidores y hacedores de ella. Guíanos a mantenernos siempre firmes en la fe, fortaleciéndonos con tu Espíritu Santo. En el nombre de Jesús. Amén.

    Biografía del autor: Esta devoción está basada en un texto enviado por Yamilka Hernández Guzmán, voluntaria con Cristo Para Todas Las Naciones en Cuba.

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