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ALIMENTO DIARIO
Le replicaron: ¿Por qué, entonces, mandó Moisés que un hombre le diera a su esposa un certificado de divorcio y la despidiera? -Moisés les permitió divorciarse de su esposa por lo obstinados que son -respondió Jesús-. Pero no fue así desde el principio. Mateo 19:7-8Le replicaron: ¿Por qué, entonces, mandó Moisés que un hombre le diera a su esposa un certificado de divorcio y la despidiera? -Moisés les permitió divorciarse de su esposa por lo obstinados que son -respondió Jesús-. Pero no fue así desde el principio. Mateo 19:7-8
El año que viene, Pam y yo cumpliremos 40 años de casados.
Todos esos años juntos, como en todos los matrimonios, han estado marcados por momentos buenos y momentos malos, momentos felices y momentos tristes. El hecho de que aún nos mantengamos juntos es debido sólo a la gracia del Señor, al amor de una maravillosa mujer, al apoyo de aquellas buenas personas que nos rodearon, y el ser conscientes que el divorcio nunca fue una opción.
Pero supongamos… sólo supongamos, que nuestro matrimonio nunca hubiera todo ese apoyo. Esa pregunta fue formulada por Helen Goltz de Australia, quien considera que el matrimonio para toda la vida se ha convertido «en cosa del pasado».
¿Qué es lo que Helen propone? Ella sugiere que, ya que todos nosotros tenemos contratos a plazo fijo para comprar propiedades, carros y seguros, deberíamos tratar lo mismo en el matrimonio. Helen piensa que las parejas deberían tratar de hacer del matrimonio un contrato renovable por cinco años. De esa manera, si alguno no es feliz, al finalizar el contrato podrán irse cada uno por su lado, o renovarlo por cinco años más.
Si bien suena algo extraño, no me sorprendería que en algunos años más alguien venga a proponer esa idea. Después de todo, Jesús no se sorprendió cuando los fariseos le dijeron que Moisés había permitido el divorcio por cualquier motivo. Jesús no se sorprendió, pero tampoco se impresionó, sino que defendió el matrimonio y la idea de Dios de que la unión voluntaria de un hombre y una mujer es para toda la vida. Él dijo: «Moisés permitió esto debido a la dureza de sus corazones, no porque sea correcto o porque fuera la intención de Dios».
Su respuesta puede ser aplicada a otras situaciones. Cada vez que el mundo dice que las Escrituras deben ser reemplazadas por una nueva moralidad, o por ninguna moralidad, nosotros, los que hemos sido redimidos por la sangre de Jesucristo, podemos decir: «Esa idea nació de un corazón endurecido, y no de la voluntad de Dios, porque lo que ellos proponen no es el camino que Dios quiere que su pueblo siga».
Aunque diciendo esto pueda que no nos haga tener un montón de simpatizantes, por lo menos sabrán cuál es nuestra posición: del lado del Señor, cuyo amor se muestra en la cruz, y no en un contrato de duración determinada.
ORACIÓN: Querido Padre celestial, te doy gracias porque el compromiso con la humanidad que demostraste en Jesús no tiene límite ni es sólo por un tiempo, sino para siempre. Permite que mi vida esté igualmente comprometida con Él. En su nombre. Amén.