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ALIMENTO DIARIO
Ustedes buscan a Jesús el nazareno, el que fue crucificado. ¡Ha resucitado! No está aquí. Miren el lugar donde lo pusieron. Marcos 16:6bUstedes buscan a Jesús el nazareno, el que fue crucificado. ¡Ha resucitado! No está aquí. Miren el lugar donde lo pusieron. Marcos 16:6b
La mayoría de ustedes no conocen a Dean Twedt.
Dean trabaja en la Clínica de Aprendizaje de Negocios en Blairsville, Georgia, y, al igual que usted, es un lector regular de las Devociones Diarias (en inglés).
No hace mucho, Dean me envió una foto muy bonita que él mismo había tomado. La belleza natural de la foto fue realzada con la explicación que dio de la misma: «Frente a nuestra oficina está creciendo una azucena blanca (símbolo de la Pascua de Resurrección), y directamente debajo de la azucena, una hiedra venenosa… una buena ilustración para un sermón sobre el bien y el mal».
Dean tiene razón, y le agradezco por haberse acordado de las Devociones Diarias y habernos enviado su foto y comentarios.
Hace casi 2000 años, algunas mujeres se detuvieron frente a una tumba vacía preguntándose qué le había pasado al Hombre que había sido enterrado en ella.
Ese mismo día, el ángel del Señor las sorprendió, diciendo: ‘Ustedes buscan a Jesús el nazareno, el que fue crucificado. ¡Ha resucitado! No está aquí. Miren el lugar donde lo pusieron.’
Noticias maravillosas y transformadoras. El Hijo de Dios había roto las ataduras de la muerte, había vencido al diablo, y triunfado sobre el pecado.
El breve mensaje del ángel son las buenas noticias de Dios que cambian nuestro mundo, y que hacen que todos quienes creen en Jesús como Salvador dejen de estar condenados y pasen a formar parte de la comunidad de los liberados.
Sin lugar a dudas las noticias de Dios son tan buenas, que sería tonto pensar que las fuerzas de la oscuridad nos dejarían proclamarlas sin estar continuamente atacándonos y tratando de derrotarnos. Así como la hiedra venenosa trata de envolver a la azucena de Pascua de Dean para ocultarla de las personas, de la misma manera el diablo hace todo lo posible para tratar de evitar que las personas vean la belleza de la salvación del Salvador.
Por ello es que muchos se ríen de la Palabra, persiguen a la familia de Cristo, y subrepticiamente seducen las almas de personas por las cuales Jesús se sacrificó en la cruz.
Pero, a pesar de todo lo que hagan, la belleza del Salvador resucitado sigue floreciendo en los corazones del pueblo de Dios.
ORACIÓN: Querido Señor Jesús, te doy gracias porque tu sacrificio ha cambiado mi vida. Te pido que me ayudes para que pueda ver que, más allá del veneno de este mundo, se encuentra la belleza de tu tumba vacía. En tu nombre. Amén.