+1 800 972-5442 (en español)
+1 800 876-9880 (en inglés)
ALIMENTO DIARIO
¿Hasta cuándo, SEÑOR, me seguirás olvidando? ¿Hasta cuándo esconderás de mí tu rostro? ¿Hasta cuándo he de estar angustiado y he de sufrir cada día en mi corazón? ¿Hasta cuándo el enemigo me seguirá dominando?. Salmo 13:1-2¿Hasta cuándo, SEÑOR, me seguirás olvidando? ¿Hasta cuándo esconderás de mí tu rostro? ¿Hasta cuándo he de estar angustiado y he de sufrir cada día en mi corazón? ¿Hasta cuándo el enemigo me seguirá dominando?. Salmo 13:1-2
William Gladstone, antiguo gobernante y Primer Ministro del Reino Unido, una vez dijo: «La justicia retrasada es justicia negada.»
La devoción de hoy se basa en un dibujo hecho por Antonio, un niño que va a una escuela pública en el estado de Nueva York.
La consigna que dio la maestra fue que dibujaran ‘cómo salvar al mundo o al medio ambiente’, por lo que Antonio dibujó a Jesús. Si bien para mí tiene sentido, la maestra no pensó lo mismo, por lo que escondió el dibujo de Antonio para que no fuera exhibido.
El resultado: Antonio se puso muy triste, y su madre furiosa… tan furiosa, que le hizo un juicio a la escuela. Y aquí es donde entra en juego la frase de más arriba que dice que ‘La justicia retrasada es justicia negada’, pues eso sucedió hace ya diez años, y el juicio todavía no ha terminado.
La razón por la que comparto esta historia es para mostrar que todavía hay personas que están dispuestas a luchar por lo que creen. La mamá de Antonio podría haber dicho: ‘No te preocupes hijo, tu maestra no entiende que Jesús cargó con nuestros pecados, y murió y resucitó para salvarnos’, o ‘no importa lo que la maestra crea, siempre y cuando tú y yo sepamos qué es lo que creemos’.
No. Ella creyó importante defender tanto a su hijo, como a su fe en el Salvador de este mundo… aún cuando lo haya tenido que estar haciendo durante diez años.
ORACIÓN: Amado Señor Jesús, tú mejor que nadie comprende la injusticia, pues por más que eras inocente, fuiste condenado a la muerte en la cruz. Te doy gracias por haber estado dispuesto a luchar hasta el fin por nosotros, y te pido que me des fuerza para que siempre comparta tu historia de salvación con el mundo. En tu nombre. Amén.