ALIMENTO DIARIO

  • "La fe que agrada a Dios"


  • julio 18, 2008
  • Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas. Proverbios 3:5-6Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas. Proverbios 3:5-6


  • Queridos hermanos en Cristo:

    La historia de la salvación en Jesucristo llega a todo el mundo. Para que los lectores de estas Devociones Diarias puedan ver el poder del Salvador a nivel mundial, hemos pedido a nuestras Oficinas Internacionales que escriban las devociones de los viernes. Oramos para que el Espíritu toque su corazón a través de ellas.

    En Cristo,

    Pastor Ken Klaus,
    Orador The Lutheran Hour
    Cristo Para Todas Las Naciones

    A todos nos gusta que las cosas de la vida tengan sentido, pero esto no es siempre posible. Por más que quisiéramos que las cosas fueran blancas o negras, la mayoría de las veces lo que la vida nos presenta es gris.

    Cuando se trata de la fe, sabemos que debemos confiar en la Palabra de Dios. Sin embargo, ello nos causa una constante lucha debido a la presencia del pecado en nuestras vidas. Queremos confiar en Dios, sabemos que podemos depender exclusivamente de él en todas las situaciones, pero también queremos probar si, llegado el caso, somos capaces por nosotros mismos de resolver las cosas.

    En otras palabras, queremos cubrir todas las bases así, si vemos que Dios no nos va a dar la respuesta que esperamos, estamos preparados para hacernos cargo del asunto por nosotros mismos.

    Sin embargo, la fe no es algo provisorio, o algo que usamos en una situación y descartamos en otra.

    Nuestra relación con Dios está basada en la fe. Por fe lo reconocemos como Creador de los cielos y la tierra. Por fe creemos que envió a su hijo Jesucristo a morir por nuestros pecados. Por fe confiamos en el Señor y no en nuestro propio entendimiento. Por fe sabemos que, aún cuando nosotros fallemos, el poder, la misericordia, y el amor de Dios nunca nos van a fallar.

    Dios toma muy en serio el estado de nuestra fe y la forma en que la ejercitamos. En la carta a los Hebreos, dice: «En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan» (Hebreos 11:6).

    Cristo dice: «le pagaré a cada uno según lo que haya hecho» (Apocalipsis 22:12). Crezcamos, pues, en la fe, para que nuestras vidas sean agradables a Dios.

    ORACIÓN: Señor Jesús, tu amor y poder superan todo entendimiento humano. El sacrificio que hiciste por nosotros al morir en la cruz es incomprensible. Con humildad te pedimos que aumentes nuestra fe para que seamos fieles seguidores y testigos tuyos. Amén.

    Biografía del autor:
    Melissa Salomón lleva diez años trabajando en Cristo Para Todas Las Naciones. Actualmente es la directora de CPTLN-México. Ella tiene un A.B. en ciencias políticas del Occidental College de Los Ángeles, y un doctorado en leyes de la Loyola Law School en la misma ciudad. Melissa es miembro de la Iglesia Luterana Concordia en Chula Vista, California.

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