ALIMENTO DIARIO

  • "La iglesia verdadera"


  • agosto 28, 2024
  • Las cuales se mantenían fieles a las enseñanzas de los apóstoles y en el mutuo compañerismo, en el partimiento del pan y en las oraciones (Hechos 2:42).


  • Me gustan mucho las flores. Son fascinantes, vibrantes, fragantes y están llenas de vida, producen néctar para alimentar a los insectos y contribuyen al ciclo natural de la vida. De manera similar, una iglesia verdadera está viva con la presencia del Espíritu Santo y tiene ciertas características que la identifican.

    Las flores artificiales pueden lucir hermosas a simple vista, pero carecen del aroma, la vitalidad y el ciclo natural de las flores reales. Una iglesia falsa puede tener una apariencia externa atractiva, pero carece del verdadero poder transformador del Evangelio.

    La lectura de hoy describe a la verdadera iglesia, la comunidad de creyentes que se formó el día de Pentecostés, cuando el Espíritu Santo descendió sobre los apóstoles y les dio poder para predicar el Evangelio en diferentes idiomas. Las marcas identificadoras que garantizan la presencia de la iglesia verdadera son: la proclamación pura del evangelio y la correcta administración de los sacramentos. Las reuniones de oración, el culto divino, los frutos de la fe y el sufrimiento por Cristo también son señales externas de que la iglesia es verdadera sin garantizarlo. Así como las flores verdaderas están llenas de vida y contribuyen al ciclo natural de la creación, la iglesia verdadera está viva y arraigada en la fe en Jesucristo y guiada por el Espíritu Santo.

    Comprender lo que hace una iglesia verdadera nos ayuda a encontrar una comunidad espiritual auténtica. Es importante discernir entre las iglesias que están arraigadas en la verdad del Evangelio y aquellas que no. Por lo tanto, en un mundo donde las apariencias pueden ser engañosas, es crucial discernir entre las iglesias falsas y verdaderas, buscando siempre aquellas que estén arraigadas en la verdad y la enseñanza de Jesucristo. Solo así podemos participar plenamente en una comunidad de fe que refleje la vida, el amor y la gracia de nuestro Señor, fortaleciéndonos mutuamente en nuestra relación con Él.

    Padre nuestro, gracias por enviar a tu Hijo. Que podamos seguir su ejemplo en comunidad, compartiendo en la Eucaristía y en la comunión de los santos, para glorificarte en todo lo que hacemos. Amén.

    Para reflexionar:
    * ¿Qué pasos puedes tomar para asegurarte de que estás participando en una comunidad de fe que proclama el Evangelio y administra los sacramentos correctamente?
    * ¿Cuál es tu responsabilidad en ayudar a otros a reconocer las señales de una iglesia falsa, que puede tener una apariencia externa atractiva, pero carece de la autenticidad espiritual necesaria para sostener la verdadera fe cristiana?

    Diaconisa Noemí Guerra


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