ALIMENTO DIARIO

  • "Los problemas del mañana"


  • julio 9, 2009
  • Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas. Mateo 6:34Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas. Mateo 6:34


  • En una encuesta realizada por la Universidad del Estado de Minnesota, se manifiesta que los jóvenes son alienados por la influencia de los mensajes negativos de música que escuchan. Casi el 15% de los 20.000 jóvenes encuestados dijo que era probable que se murieran siendo todavía jóvenes.

    El problema se presenta cuando esos mensajes negativos se transforman en una auto-profecía. El proceso lógico se da de la siguiente manera: primero piensan que no van a vivir mucho tiempo; como no van a vivir mucho tiempo, luego piensan que no tienen mucho que perder, por lo que, como no tienen mucho que perder, les da lo mismo hacer cualquier cosa que quieren.

    Y eso los lleva a hacer cosas tontas que los ponen en peligro. Otra estadística dice que un adolescente pesimista tiene más posibilidades de contagiarse de SIDA, de tratar de cometer suicidio, y de provocar una pelea en la que se va a lastimar seriamente.

    ¿Cuántas más posibilidades? Siete veces más.

    ¿Qué hacer entonces con estos jóvenes que están convencidos que cada día no trae más que problemas?

    Lo primero de todo es orar por ellos. Cuando Jesús dijo que era la Luz del mundo, estaba diciendo que él puede iluminar con la gracia de Dios los corazones que están oscurecidos por el desánimo y la depresión.

    Segundo, podemos controlar las cosas que decimos cuando estamos con ellos. Si bien no debemos dar la falsa imagen que la vida es todo color de rosa, tampoco es necesario que nos quejemos todo el tiempo. Recordemos que la historia de lo que Jesús hizo por nosotros es motivo de gran alegría, pues él ha cambiado nuestra vida… para mejor.

    Nuestros jóvenes necesitan escucharnos decir eso, y necesitan saber que lo creemos, y por qué lo creemos.

    ORACIÓN: Querido Señor, cada día tiene sus propios problemas, pero tú has prometido estar con nosotros siempre. Ayúdanos para que nuestro testimonio refleje la alegría que tenemos gracias a lo que Jesús hizo por nosotros. En su nombre. Amén.