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ALIMENTO DIARIO
Me asombra que tan pronto estén dejando ustedes a quien los llamó por la gracia de Cristo, para pasarse a otro evangelio. No es que haya otro evangelio, sino que ciertos individuos están sembrando confusión entre ustedes y quieren tergiversar el evangelio de Cristo. Gálatas 1:6-7Me asombra que tan pronto estén dejando ustedes a quien los llamó por la gracia de Cristo, para pasarse a otro evangelio. No es que haya otro evangelio, sino que ciertos individuos están sembrando confusión entre ustedes y quieren tergiversar el evangelio de Cristo. Gálatas 1:6-7
La semana pasada, el Presidente Bush instó a los ciudadanos norteamericanos a recordar y honrar a los veteranos de guerra durante el feriado de Memorial Day.
Casi en forma poética, dijo: «No hay palabras adecuadas para consolar a quienes han perdido a un ser querido sirviendo a nuestra nación. Solamente podemos ofrecer nuestras oraciones y compartir su dolor. Nos apenamos con la madre que escucha el saludo de las 21 salvas por su hijo, con el esposo o esposa que recibe una bandera doblada, con el niño que conoce a su papá solamente a través de una fotografía».
En el feriado que para muchas personas marca el comienzo del verano, el Presidente sugirió algunas maneras en que podemos recordarlos. Por ejemplo, podemos poner una bandera en la tumba de un veterano de guerra, o ir a un lugar donde se haya librado una batalla, o agradecer a Dios por sus vidas.
Dicho de otra forma, en Memorial Day el Presidente le pidió al pueblo que recordara.
¿Será que el pueblo lo hizo? Los partidos oficiales de béisbol lo hicieron, parando a las 3 de la tarde. Los trenes de Amtrak lo hicieron cuando los maquinistas hicieron sonar los pitos de sus trenes a las 3 de la tarde, y en los cementerios militares se escucharon las trompetas.
Pero, ¿será que las personas recordaron? Algunos sí, y otros no. Es difícil recordar; es más fácil olvidar.
Lo mismo sucede cuando se trata del Salvador que se sacrificó a sí mismo para ganar la salvación de los pecadores. Como se estaban olvidando de lo que Jesús había hecho por ellos, San Pablo le escribió a la iglesia en Galacia: «Me asombra que tan pronto están dejando ustedes a quien los llamó por la gracia de Cristo…». En los pocos años que habían pasado desde que el Salvador había muerto y resucitado, las personas ya se habían olvidado de su acto supremo de amor, y se estaban dejando llevar por otros evangelios nuevos y distorsionados.
El pueblo de Dios siempre debe recordar que ha sido perdonado porque Jesús fue declarado culpable. Debemos recordar que tenemos asegurada la salvación por su sacrificio, y la vida eterna por su muerte y resurrección.
Tanto en el mundo temporal como en el eterno, es justo que recordemos y demos gracias por quienes han dado sus vidas para que otros puedan ser libres.
ORACIÓN: Querido Señor Jesús, son muchas las cosas que ocupan nuestra mente y nuestro tiempo. Ayúdanos para que nunca olvidemos que tú moriste para liberarnos de nuestro pecado, de la muerte, y de Satanás, y para que siempre te adoremos. En tu nombre. Amén.