+1 800 972-5442 (en español)
+1 800 876-9880 (en inglés)
ALIMENTO DIARIO
No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para la salvación de todo aquel que cree: en primer lugar, para los judíos, y también para los que no lo son. Porque en el evangelio se revela la justicia de Dios, que de principio a fin es por medio de la fe, tal como está escrito: «El justo por la fe vivirá» (Romanos 1:16-17).No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para la salvación de todo aquel que cree: en primer lugar, para los judíos, y también para los que no lo son. Porque en el evangelio se revela la justicia de Dios, que de principio a fin es por medio de la fe, tal como está escrito: «El justo por la fe vivirá» (Romanos 1:16-17).
¡Justicia! ¡Justicia! Clama el pueblo cuando algún grupo protesta porque siente que se ha cometido una injusticia en su contra. Es muy común ver la palabra justicia en pancartas de partidos políticos y sus candidatos cuando se acercan las elecciones. La justicia se entiende generalmente como una actividad del ser humano, algo que uno hace para vivir o actuar justa o rectamente en relación a otras personas. El jefe actúa con justicia cuando paga un salario justo a sus trabajadores. El juez dicta una sentencia justa cuando aplica las sanciones que corresponden al crimen cometido. Este tipo de justicia es nuestra responsabilidad humana.
Pero en la Biblia se nos habla de otro tipo de justicia. Pablo la llama la justicia de Dios que viene por causa del evangelio. Esta justicia no consiste en nuestra actividad ante los demás, sino en la que recibimos de Dios como un regalo inmerecido de forma gratuita, por la gracia de Dios por medio del don de la fe en Cristo. Esta es la justicia del evangelio que Pablo se dedica a predicar a los gentiles.
Según la justicia del evangelio, Dios es un juez que nos declara justos ante su presencia por causa de la obra de Cristo a nuestro favor. Porque su Hijo ha tomado sobre sí nuestros pecados en la cruz, Dios nos declara libres de culpa, perdonados de todas nuestras transgresiones. ¡Jesús es nuestra justicia! Por el poder del evangelio, todo aquel que cree en Él es declarado justo ante Dios y vive gozosamente por fe en su Hijo.
Gracias, Jesús, por darnos el perdón de los pecados y hacernos justos ante Dios. Amén.
Para reflexionar:
* ¿Qué clase de injusticias sufre tu comunidad?
* ¿Qué significa para tu vida que la justicia de Dios tenga el poder de perdonar tus pecados?
Prof. Leopoldo Sánchez
© Copyright 2023 Cristo Para Todas Las Naciones