"Para que podamos ver"

... pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios, pero por su gracia son justificados gratuitamente mediante la redención que Cristo Jesús efectuó. Romanos 3:23-24... pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios, pero por su gracia son justificados gratuitamente mediante la redención que Cristo Jesús efectuó. Romanos 3:23-24

Un capitán como Iván Castro es digno de ser respetado.

El Capitán Castro se enlistó en el ejército hace 18 años. Después de un tiempo, estuvo capacitado para ser un policía montado. Un tiempo después, completó un entrenamiento de un año y se unió a las Fuerzas Especiales como sargento en el sector de armas de esa unidad elite, y eventualmente fue comisionado como oficial.

Todos esos logros ya son suficiente razón para respetar a una persona como Iván Castro. Pero también hay razones por las cuales debe ser respetado hoy. En setiembre del 2006, Iván Castro fue alcanzado por un mortero que explotó a cinco pies de donde él estaba. La descarga de metralla alcanzó su cuerpo, le rompió un brazo, le hizo trizas el rostro, y lo dejó ciego.

Después de más de un año de terapia, Iván Castro regresó al servicio… y al servicio activo.

Además de continuar con su carrera militar, este año Castro corrió la maratón de Boston, y espera competir en el triatlón Hombre de Hierro en Hawai.

Mientras leía su historia en el artículo publicado la semana pasada por la agencia de noticias AP, me preguntaba: «Cuando este hombre se propone algo, parece que no hay nada que no pueda hacer, ¿no es cierto?».

En realidad sí hay cosas que Iván Castro no puede hacer. Por ejemplo, necesita que alguien lo lleve al gimnasio, o a hacer sus compras, porque su falta de visión no le permite manejar.

También hay otra cosa que él no puede hacer. Iván no puede salvarse a sí mismo del pecado, de Satanás, o de la muerte. Si Iván va a ser salvo, si vamos a ser rescatados de la oscuridad con que el pecado nos rodea, va a ser gracias a la redención que es dada a través del sacrificio, muerte, y gloriosa resurrección de Jesucristo.

Iván es bueno, pero no lo suficientemente bueno como para conquistar el pecado; es fuerte, pero no lo suficientemente fuerte como para vencer al diablo; Iván se toma en serio lo que hace, pero, al igual que nosotros, si quiere ser salvo y pasar de la oscuridad a la maravillosa luz del Señor, debe depender del perdón que sólo Jesucristo nos da.

ORACIÓN: Querido Señor, te doy gracias por los héroes humanos como Iván Castro, pero más gracias te doy por haberme dado un Salvador. Haz que cada día pueda recordar el sacrificio que tu Hijo hizo por mí y por el resto de la humanidad, para abrirnos las puertas del cielo. En su nombre. Amén.