ALIMENTO DIARIO

  • "Por lo menos son honestos"


  • abril 27, 2009
  • Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios. Efesios 2:8Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios. Efesios 2:8


  • Quizás algunos de ustedes recuerden el dicho: «América: ámala, o déjala».

    Quienes leen estas devociones diarias en otros países probablemente tengan un dicho similar. Lo que en realidad se está diciendo es: «Aprecia y apoya el lugar donde vives, o vete a otro lugar donde estés dispuesto a hacerlo».

    Aparentemente, algunas personas en Gran Bretaña piensan así del cristianismo: si no lo pueden apoyar (por la razón que sea), se van a ir.

    Es por ello que más de 100.000 ex-cristianos entraron en Internet y descargaron un certificado de «des-bautismo». La página Web que lo ofrece dice que la persona que lo baja puede «liberarse a sí misma del ritual original que la liberó del pecado original que nunca tuvo». Al llenar ese documento no oficial, la persona está renunciando a la fe en el Salvador.

    Como dice el refrán, no aman a Cristo o al cristianismo, por lo que lo abandonan. Me pregunto: si los ángeles se alegran cuando un pecador se arrepiente, ¿qué harán cuando un pecador erróneamente se convence a sí mismo que no tiene ningún pecado del cual necesita arrepentirse?

    Más aún, ¿cómo se sentirá Dios?

    Si usted fuera el Padre celestial, ¿cómo reaccionaría si una persona rechazara el regalo que le costó la vida a su hijo? Si usted fuera Jesús, ¿cómo respondería si su sacrificio, el que pagó con su propia vida, fuera considerado innecesario? Si usted fuera el Espíritu Santo, ¿qué haría si un pecador se negara a escuchar su llamado?

    Como dice el texto de Efesios, somos salvos por gracia. Ese es el regalo que Jesús ha ganado, ese es el regalo que el Espíritu quiere compartir. Pero, como todos sabemos, la persona puede negarse a recibir un regalo, y Dios no va a obligar a nadie a aceptar, abrir, o valorar lo que su Hijo ha hecho. Dios no va a llevar a nadie al cielo contra su propia voluntad. Pero en el Día del Juicio Final, algunas personas van a desear que lo hubiera hecho.

    Es por ello que hoy oramos por los que se «des-bautizan», porque al hacerlo han decidido rechazar el regalo de Dios.

    ORACIÓN: Querido Padre celestial, te doy gracias por la fe que da el Espíritu Santo, por la salvación que Jesús ha logrado para nosotros. Mientras aún hay tiempo, haz lo que sea necesario para abrir los corazones de quienes han rechazado al Redentor. Permíteles ver su pecado y la necesidad que tienen de ser salvos, para que reciban tu perdón y fe. En el nombre de Jesús. Amén.